Ciudad de México. En los últimos años México ha hecho esfuerzos significativos para combatir la pobreza por medio de diversas políticas sociales como el incremento sostenible del salario mínimo y diversos programas sociales que benefician sobre todo a jóvenes y adultos mayores, aseguró José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Dichas programas, explicó el directivo al presentar el “Balance de las Economías de América Latina y el Caribe”, representan alrededor de 13 por ciento del PIB del país y llegan a 30 millones de personas, provocando que entre 2020 y 2022 la población en situación de pobreza haya bajado de 44 a 36 por ciento.
No obstante, para que el actual gobierno logre hacer sostenible su estrategia de combatir la pobreza y desigualdad, apuntó Salazar-Xirinachs, se debe asegurar la sostenibilidad financiera de los programas sociales, lo cual no es fácil en un contexto de bajo crecimiento económico como el que se prevé para el país (aún sin contar posibles aranceles de EU), además de que el país cuenta con altos gastos comprometidos y un importante nivel de deuda pública.
En este sentido, destacó que México debe promover, por un lado, políticas activas de empleo, y por otro, una política de desarrollo productivo, justamente donde el país tiene grandes oportunidades debido a que tiene una posición privilegiada para aprovechar la relocalización de cadenas de valor.
Respecto al impacto que puede tener la política del próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en México y en toda la región de América Latina y el Caribe, el secretario ejecutivo de la Cepal destacó que los efectos serán distintos en los diferentes países, pero México es el país más vulnerable, dado que 84 por ciento de su comercio depende de EU.
“Existen estimaciones en el sentido de que si efectivamente el presidente Trump implementara un arancel de 10 por ciento. Las exportaciones y la inversión mexicana se verían afectadas con una disminución del PIB que sería entre 0.8 y un punto porcentual. Naturalmente, en un escenario con aranceles de más de 10 por ciento, el impacto sería mayor”, apuntó.
Años complicados para la región
De acuerdo con la Cepal, las diferentes economías de la región seguirán este año y el próximo sumidas en “una trampa de baja capacidad para crecer”, con tasas de crecimiento que se mantendrán bajas y con una dinámica de crecimiento que depende del consumo privado y menos de la inversión.
Según el reporte presentado este miércoles, la tasa de crecimiento proyectada para 2024 es de 2.2 por ciento y 2.4 por ciento para 2025, con un crecimiento promedio anual en la década 2015-2024 de 1 por ciento, lo que implica un estancamiento del PIB per cápita durante ese período.
“Para enfrentar la trampa de baja capacidad para crecer se requiere, por una parte, aumentar la capacidad de las economías para movilizar recursos financieros de manera efectiva, a fin de fortalecer la resiliencia frente a las fluctuaciones económicas y, por otra, fortalecer la capacidad productiva a mediano y largo plazo, mediante la adopción de políticas de desarrollo productivo orientadas a incrementar la productividad, fomentar la inversión en capital productivo y generar empleo de calidad”, señaló Salazar-Xirinachs.