Chihuahua, Chih. Abogadas del Centro de Defensa de los Derechos Humanos de las Mujeres (Cedehm) realizaron un acto conmemorativo por el 14 aniversario del asesinato de Marisela Escobedo Ortiz, en la cruz de clavos frente al palacio de gobierno de Chihuahua, donde colocaron flores para recordar que Marisela fue asesinada en ese lugar, el 16 de diciembre del año 2010, cuando protestaba para exigir justicia por el feminicidio de su hija Rubí Marisol Frayre Escobedo.
La activista y ex diputada Alma Gómez Caballero expresó que “hoy como hace 14 años seguimos diciendo Marisela vive, vive, porque las circunstancias que la llevaron hasta ser asesinada siguen vigentes, las autoridades de todos los niveles son omisas, irresponsables e ignorantes de sus obligaciones para prevenir y sancionar la violencia contra las mujeres”.
“Marisela es la expresión más cruda y terrible de lo que es la lucha de una madre por buscar primero a su hija y después justicia, y murió en las puertas del palacio de gobierno porque la autoridad no supo protegerla”.
Marisela Escobedo denunció a los jueces quienes, con todas las pruebas, incluso una confesión, exoneraron al asesino de su hija Rubí Marisol, y exigió justicia en las puertas del palacio de gobierno, donde la acribillaron, “lugar que para nosotras es un memorial en el que recordamos a Marisela Escobedo, como una mujer fuerte, como un gran ejemplo por su vida persistente en buscar verdad y justicia”.
Antecedentes
Marisela Escobedo Ortiz tuvo que convertirse en la investigadora de la desaparición de su hija Rubí Marisol, ocurrida en agosto de 2008. Gracias a las evidencias recabadas por ella, se pudo determinar que Rubí fue asesinada por su pareja, Sergio Rafael Barraza Bocanegra quien ya había huido de Chihuahua; Marisela logró ubicarlo y gracias a esto pudo ser detenido para enfrentar un juicio en el recién estrenado Nuevo Sistema de Justicia Penal.
Durante la declaración de Marisela en el juicio contra Sergio, pidió que el feminicidio de su hija fuera el último en Chihuahua y hubiera justicia, pero el Tribunal absolvió y liberó al asesino confeso.
En una segunda instancia, se logró una sentencia condenatoria, pero Sergio Rafael ya había abandonado la cárcel, entonces Marisela comenzó la exigencia de la detención del asesino de su hija.
Recorrió el país, encabezó marchas, realizó múltiples protestas, se reunió con autoridades de diferentes niveles y encontró por su cuenta a Sergio en tres ocasiones, demandó su arresto y confrontó al gobernador César Duarte al denunciar la colusión entre autoridades y el narcotráfico, por lo que enfrentó amenazas de muerte.
Ella advirtió que sería asesinada si no hacían nada para protegerla, y que su muerte sería la vergüenza del gobierno.
La noche del 16 de diciembre de 2010, Marisela Escobedo Ortiz fue asesinada en las puertas del palacio de gobierno de Chihuahua.