Ciudad Juárez, Chih. Activistas de al menos 20 organizaciones exigieron que el gobierno de Chihuahua encabezado por la panista Maru Campos, ofrezca una disculpa pública por la muerte de Deisi Adelaida Chaparro Almodóvar, de 18 años, indígena de origen Ódame (Tepehuana). La mujer quedó embarazada luego de una violación cometida en el municipio de Guadalupe y Calvo. Su deceso ocurrió tras el nacimiento de su bebé ya que adquirió una infección por la falta de atención médica.
Las inconformes dieron a conocer en un comunicado que su muerte ocurrió por el abandono institucional y la discriminación que sufrió. Chaparro Almodóvar fue trasladada de la sierra Tarahumara hasta el hospital central de Chihuahua.
Alma Gómez Caballero, integrante de uno de los colectivos expresó “hoy alzamos la voz con dolor e indignación ante el caso de Deisi Adelaida cuyo nombre y vida son testimonio de la discriminación estructural, la negligencia y el abandono institucional que enfrentan los pueblos originarios en el estado”.
La salud de la joven se deterioro tras el parto debido a una infección, su familia pidió ayuda a la Cruz Roja Mexicana en tres ocasiones y fue ignorada, reclamó la activista.
Explicó que el cadáver de la mujer se encuentra en la casa de sus familiares pues no tienen recursos para la sepultura, ni para realizar los rituales funerarios de su cultura. “La misma discriminación que enfrentó en vida ahora persigue su memoria, ya que la posibilidad de honrarla según sus tradiciones no se realizará por la falta de recursos económicos”, lamentó.
¿De qué sirve tener una mujer gobernando Chihuahua, si las mujeres indígenas siguen siendo invisibles para el estado?
¿Qué significado tienen los derechos humanos en un estado que permite que las mujeres indígenas mueran ignoradas y desplazadas?, reprochó Gómez Caballero.
Los activistas exigen una disculpa pública del gobierno de Chihuahua por el abandono institucional y la discriminación que sufrió Deisi Adelaida Chaparro Almodóvar y su familia, así como acciones inmediatas para que sus consanguíneos reciban el apoyo necesario para un entierro digno, respetando sus tradiciones y su identidad cultural; compromisos claros para atender las condiciones de racismo y violencia que enfrentan los pueblos indígenas, particularmente las mujeres. El acceso y calidad en los servicios de salud, justicia efectiva y respeto a sus derechos culturales.
Que se investigue y sancione a las instituciones responsables de la negligencia médica así como la falta de atención a las denuncias de violencia sexual.
Deisi no murió solo por una infección, falleció víctima de un sistema que despoja a las mujeres indígenas de su dignidad y de su derecho a la vida. Su deceso es una denuncia pública contra un estado que ha normalizado la violencia, el desplazamiento forzado y el racismo.