Moscú. El partido gobernante Sueño Georgiano, que reivindica haber ganado los comicios legislativos del 26 de octubre anterior en la república ex soviética de Georgia, calificados de fraudulentos por la oposición, designó este sábado como presidente de ese país del Cáucaso del sur a Mijail Kavelashvili, ex futbolista profesional, de 53 años, considerado político oficialista adepto al discurso de ultraderecha
Candidato único, al boicotear la oposición participar en el nuevo procedimiento para nombrar jefe de Estado con facultades más bien simbólicas, por primera vez en Georgia no se eligió presidente por sufragio universal, sino correspondió hacerlo a un colegio de electores, formado por 150 miembros del Parlamento y 150 delegados de las autoridades y organizaciones políticas del interior del país.
Presentes 225 de los 300 miembros del colegio de electores, dominado por Sueño Georgiano, Kavelashvili recibió 224 votos, lo que provocó la habitual protesta de quienes no temen la represión policial frente a la sede del Parlamento, en la céntrica avenida Rustaveli de Tiflis, así como en otras ciudades georgianas.
Desde el 28 de noviembre, cuando el primer ministro Irakli Kobajidze, anunció la decisión de posponer hasta 2028 las negociaciones para el ingreso de Georgia en la Unión Europea, aspiración incorporada en la Constitución y respaldada por entre 70 y 80 por ciento de la población, según encuestas de este año, todos los días se llevan a cabo protestas en Georgia; empiezan los inconformes por la noche y son dispersados por la policía al amanecer, muchas veces con empleo excesivo de la fuerza.
Kavelashvili, en principio, debería tomar posesión el próximo 29 de diciembre, aunque el mandato de la presidenta saliente, Salomé Zurabishvili, expira el lunes siguiente. Nacida en Francia de padres georgianos, ex diplomática y ferviente partidaria de la integración europea, Zurabishvili apoya las demandas de la oposición y se niega a dejar el cargo hasta que se repitan los comicios legislativos.
“Salome Zuravishvili sigue siendo la presidenta de Georgia (…), sólo hay una salida de esta gravísima crisis política: comicios nuevos y justos”, coincidieron en afirmar los partidos de oposición en una declaración conjunta el 12 de diciembre, en tanto ella –al calificar este sábado de “parodia anticonstitucional” la designación de Kavelashvili, reiteró que no piensa irse a ninguna parte por cuanto “este país necesita instituciones que gocen de legitimidad y autoridades que sean realmente elegidas y representen la voluntad de la sociedad”.
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