Caracas. El bloque de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), creado el 14 de diciembre de 2004 por Fidel Castro (1926-2016) y Hugo Chávez (1954-2013), cerró ayer la cumbre por su 20 aniversario con la promesa de crear “una nueva ofensiva política” y “económica”.
Durante la sesión conmemorativa, los mandatarios, primeros ministros y otras autoridades miembros del bloque aprobaron múltiples documentos, en especial la Declaración Especial de la XXIV Cumbre del ALBA: Reafirmación de los principios, objetivos, compromisos y banderas de lucha del ALBA-TCP.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, anfitrión de la cumbre, aseguró que el texto consensuado ratifica el camino iniciado hace dos décadas bajo los principios de respeto a la independencia y la soberanía, además de la integración, cooperación solidaria y complementariedad, lo que se constituyó un “abrazo que marca el rumbo de nuestra historia”.
La cita se realizó en el Centro de Convenciones Parque Simón Bolívar, La Carlota, en Caracas, con la asistencia de los 10 miembros que componen bloque regional: Venezuela, Bolivia, Cuba, Nicaragua, la Mancomunidad de Dominica, Antigua y Barbuda, San Vicente y Las Granadinas, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves y Granada. Además, asistieron como invitados especiales representantes de Honduras y Palestina.
En una declaración, aprobaron invitar de manera permanente a Palestina a sus reuniones.
La cumbre fue celebrada aquí, luego de un cambio de sede por la crisis económica que afecta a Cuba. Comenzó con una reunión privada entre los mandatarios de los países miembros: Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua y las islas del Caribe.
“Con el documento de la agenda ALBA, que se va a aprobar en sus 20 años, nos estamos planteando en los temas más actuales un avance sustancial en una nueva ofensiva política, económica, social con nuevos programas que la ALBA va a activar desde este momento para una nueva primavera de avance y de unión”, afirmó Maduro en la apertura.
La cumbre busca apuntalar proyectos como los tratados agroalimentarios, una “nueva modalidad” para el programa de venta de crudos con facilidades financieras Petrocaribe, retos de ciencia y tecnología, como el manejo de la Inteligencia Artificial y redes sociales y el “llamado al respeto” de las corrientes de América Latina.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel calificó la fundación del ALBA de hito en la batalla por la libertad de “Nuestra América” y señaló que “El imperialismo y la oligarquías no han renunciado jamás al objetivo perverso de dividir a los pueblos sembrando la enemistad entre los gobiernos de la región”, Además llamó de nuevo a respetar la soberanía de los Estados y denunció que el embargo a su país “ha escalado una dimensión extrema”.
Luis Arce, mandatario de Bolivia, señaló que su gobierno ha sido “asediado y sometido a ataques de diversas naturaleza” por parte de la derecha. “En cerca de dos décadas no se había visto una guerra política económica legislativa y mediática tan intensa como la que experimentamos hoy”.
Añadió que no se puede permitir que el mundo continúe “tolerando bloqueos que asfixian naciones enteras”, sanciones que castigan a los más vulnerables y guerras que despojan a los pueblos de su derecho a la vida.
El primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, señaló que “ALBA es el alma de América Latina y el Caribe” y condenó los intentos desestabilizadores de la política de sanciones de Estados Unidos contra Venezuela, Nicaragua y Cuba, sobre lo cual aseguró que es necesario mantener la denuncia sistemática.
La cumbre abordó además la situación de Haití, cuyo presidente del Consejo Presidencial de Transición, Leslie Voltaire, pidió en un vídeo asistencia alimentaria y de seguridad para enfrentar la crisis de violencia en su país.
Además, Maduro presentó el documento aprobado en el mecanismo de integración, que dio lugar al nacimiento del proyecto productivo económico AgroAlba. Señaló que este nuevo instrumento promueve la soberanía alimentaria.
Indicó que se trata de producir alimentos orgánicos y sanos “para todo los pueblos de América Latina, el Caribe, África y más allá”.