Puebla, Pue. Con la convicción que la educación pública debe ser un derecho, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo llamó a las y los jóvenes universitarios a no olvidar de dónde vienen: de instituciones públicas superiores y, bajo esa premisa, que regresen al pueblo de México lo que el propio pueblo les dio. “Eso llévenlo en el corazón y el pensamiento”.
Al inaugurar dos nuevos campus del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en Puebla (un bachillerato y una unidad profesional) —la primer sede de esa casa de estudios en esta entidad—, la mandataria federal recordó en particular a las jóvenes mujeres que tienen derecho a soñar y convertirse en lo que ellas deseen.
En medio de un ambiente festivo, entre la clásica porra politécnica, el Huelum, estudiantes, académicos y directivos de la institución recibieron a la Presidenta para cortar el listón inaugural del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos (Cecyt) 20 “Natalia Serdán Alatriste” y de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería “Alejo Peralta y Díaz”.
Sheinbaum reiteró que durante su mandato se crearán 330 mil nuevos espacios en instituciones públicas de educación superior a fin de ampliar la matrícula en ese nivel académico y brindar el derecho a miles de jóvenes a esa formación profesional.
Desde esta tierra, la jefa del Ejecutivo recordó la lucha estudiantil en la que hace ya casi cuatro décadas ella misma participó para defender la gratuidad de la formación en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ante el embate privatizador en los primeros años del neoliberalismo.
Con ese contexto histórico, dejó un mensaje para los y las jóvenes estudiantes: “No se olviden nunca de dónde vienen, si uno se olvida de dónde viene va a perder la brújula de a dónde va. El esfuerzo individual siempre es importante, dedicar el tiempo a estudios, también a la diversión, es fundamenta; pero no se olviden nunca que esto es una institución pública. ¿Y quién la financia? El pueblo de México.
“El pueblo de México con sus impuestos les está dando este acceso, esta oportunidad para que desarrollen todas sus capacidades. Si bien es cierto que uno tiene derecho a buscar su desarrollo personal, el dinero no es la felicidad, lo que da la felicidad es regresarle al pueblo lo que el pueblo nos dio, el amor a la patria, a la naturaleza, a nuestros semejantes, a nuestras familias; regresemos siempre al pueblo de México lo que el pueblo de México nos dio, eso llévenlo en el corazón y pensamiento, eso es parte de lo que significa la revolución de las conciencias y la cuarta transformación de la vida publica de México”.
Mención especial hizo para la juventud femenina: “A las mujeres jóvenes decirles que tienen derecho a soñar, que nunca nadie les quite el derecho a soñar y a ser lo que quieran ser. Las mujeres podemos ser lo que sea, eso que en algún momento nos dijeron, porque a la fecha, pero antes más, pero todavía, de que ‘hay carreras que no son para mujeres…’ ¡Falso! Las mujeres podemos ser ingenieras, astronautas, doctoras, lo que queramos ser… Podemos ser hasta comandantas supremas de las fuerzas armadas”.
De inmediato, las chicas presentes en el acto se alzaron en un jubiloso grito y reafirmaron su apoyo a Sheinbaum Pardo: “¡Presidenta, presidenta!”.
La titular del Ejecutivo recordó que en la década de los 80 del siglo pasado, en los inicios de la aplicación del modelo neoliberal en México, se pretendió privatizar la educación superior, en particular la UNAM.
“Querían prácticamente privatizar, elevar las cuotas, quitar el pase automático —de bachillerato a nivel profesional—, unificar la manera que se calificaba a los estudiantes, independientemente de la carrera a la que pertenecieran. Los estudiantes nos movilizamos ante esa decisión. Ese movimiento estudiantil (el del CEU) triunfó y la Universidad Nacional sigue siendo una universidad pública”.
Rememoró que entonces el argumento de las autoridades era que si los alumnos no pagaban por su educación, no la valorarían. “Decían: ‘Cuesta más una cajetilla de cigarros que pagar la educación’. Eso parecía en las familias que era un argumento lógico; pero los estudiantes dijimos que era un argumento falso. La educación no es una mercancía que se compre con dinero, un privilegio que se pueda pagar, es un derecho y está establecido en el tercero constitucional,. Eso fue lo que ayudó a mantener a la UNAM como una universidad pública”.
Con el inicio de la cuarta transformación, indicó, primero con el gobierno del ex presidente Andrés Manuel López Obrador y ahora bajo su administración, Sheinbaum aseguró que la visión cambió y a diferencia del neoliberalismo que vio la educación como una mercancía —por lo que en ese periodo crecieron más las universidades particulares y se dejaron de construir campus de las públicas—, hoy se concibe a la educación como un derecho humano.
“Por eso con la inauguración de este campus el Politécnico Nacional pone eso al frente: la educación es un derecho en nuestro país. Eso es un logro del pueblo de México y de la cuarta transformación de la vida pública de México”.
Remarcó que en su gobierno se abrirán más campus del Politécnico y de otras instituciones públicas superiores.
“Lo que queremos es que nunca jamás se le diga a un estudiante que es rechazado, que nunca más se le diga a un joven que es un nini (que ni estudia ni trabaja). El Estado tiene la obligación de proveer educación. La educación pública debe ser la mejor de todas las educaciones y el Estado está obligado a que todos los jóvenes tengan el acceso a la educación. En estos 6 años vamos a abrir por lo menos 330 mil espacios nuevos para los jóvenes del país”.
Para ello, dijo, se consolidará y ampliará la Universidad Benito Juárez —creada por López Obrador el pasado sexenio—, crecerá el Tecnológico Nacional de México, y se crearán dos nuevas universidades nacionales: la Rosario Castellanos —proyecto que la hoy presidenta puso en marcha como jefa de gobierno de la Ciudad de México y hoy tiene más de 60 mil estudiantes que antes no tenían acceso a ese nivel académico— y la de la Salud.
Los primeros campus de la Universidad Nacional Rosario Castellanos estarán, apuntó, en Comitán, Chiapas, de donde era originaria la poetisa, en Tijuana, Baja California, y en Puebla.