Ciudad de México. En un informe especial sobre las afectaciones a la población de Guerrero por el paso del huracán Otis, el 24 y 25 de octubre del 2023, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) reconoció que se vieron vulnerados los derechos de las personas.
Indicó que si bien no se puede responsabilizar “a ninguna autoridad” por el fenómeno natural, señaló que la previsión de estos puede ser más eficiente si se realizan acciones anticipadas, que estén acompañadas de políticas sociales que permitan mitigar el impacto y los efectos adversos.
Asimismo, subrayó que es fundamental que el proceso de reconstrucción de Acapulco “se base en una planificación integral que no deje a nadie atrás, que cumpla con las normas ambientales y de asentamientos humanos, además de priorizar un equilibrio entre las necesidades sociales y los intereses de quienes han sido parte del desarrollo del puerto, incluido el sector empresarial”.
Ante el paso de Otis, el fenómeno más potente en impactar el Pacífico, personal de la comisión nacional se trasladó el 28 de octubre pasado a Acapulco y Coyuca de Benítez, en donde se realizaron visitas a diversos refugios temporales, colonias y localidades para realizar “múltiples actividades” que fueron documentadas.
En dichas diligencias se detectó que en determinadas regiones la combinación de factores como la persistente ocurrencia de fenómenos naturales y asentamientos humanos en zonas de riesgo “genera problemas asociados a la pérdida de vidas, daños a la infraestructura y bienes, y afectaciones a la biodiversidad”, lo que limita el crecimiento de las comunidades.
Por ello, señaló que es necesario que el Estado Mexicano cumpla con los compromisos internacionales en materia de gestión de riesgos, como el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, y la Agenda 2030.
De acuerdo con la CNDH, luego del impacto del huracán Otis de categoría 5, los habitantes de los municipios guerrerenses se vieron afectados en sus derechos, tales como el de la vivienda; el del desarrollo –que implica la educación, la salud, alimentación y empleo–, y a vivir en un medio ambiente sano.
En este sentido hizo notar que el paso del fenómeno generó “alteraciones y degradación en el ecosistemas” por la acumulación de residuos sólidos y el hundimiento de embarcaciones, lo que además provocó una “inminente contaminación”.
El organismo nacional apuntó que se requiere mejorar y fortalecer la coordinación entre autoridades federales, estatales y municipales para dar atención a las emergencias hidrometeorológicas en Guerrero, para lo cual recomendó la revisión, actualización y homologación de los planes en materia de protección civil.