“Es una decisión de Layda, pero les puedo decir que yo no lo hubiera invitado a mi gobierno”, manifestó la presidenta Claudia Sheinbaum sobre la contratación del ex panista, Jorge Lavalle, en el gobierno de Campeche, toda vez que estuvo preso por escándalos relacionados con la reforma energética.
En este contexto, también aludió al caso Martín Borrego, quien era jefe de la Oficina de la entonces Canciller, Alicia Bárcena -con quien laboraba ahora en la secretaría del Medio Ambiente- y realizó su boda en el Museo Nacional del Arte aprovechándose de su cargo, la Presidenta dijo que es un tema que revisará la propia Bárcena.
Censuró la actuación de Borrego porque “no deben usarse espacios públicos para ninguna conmemoración, celebración, actividad. Evidentemente hay actividades de la Secretaría de Relaciones Exteriores o de otras secretarías que tienen que ver con reuniones protocolarias pero no para fiestas”.
Consideró que tiene que aclararse este caso y desde luego el Órgano Interno de Control debe investigar lo que sucedió. Ante la insistencia sobre si la carta de renuncia que habría presentado Borrego era auténtica, Sheinbaum dijo que eso lo tendrá que informar la secretaria del Medio Ambiente.
En este contexto dio a conocer una carta que envió a todos sus colaboradores el día 2 de octubre en el que los apercibe a conducirse con rectitud, no incurrir en actos de corrupción, influyentismo ni nepotismo. En la misiva señala que cualquier violación al código ético de su gobierno será sancionada administrativa y penalmente, porque no se admitirán malas prácticas.
“La sociedad espera de nosotros nuestro mayor y mejor esfuerzo así es que potenciemos el servicio público, demostrando que el gobierno se compone de funcionarios responsables y honestos., nos obliga actuar principios no robar, no mentir”.
Indicó que en lo que a ella respecta, ningún familiar cercano está autorizado a pedir favores o tener negocios con el gobierno.