Organizaciones defensoras de los derechos humanos en El Salvador realizaron este martes una marcha en la capital para exigir al gobierno la libertad de las personas inocentes detenidas bajo el régimen de excepción decretado el 27 de marzo de 2022.
"Pedimos justicia para los inocentes, porque nosotros aquí no estamos defendiendo delincuentes", afirmó una de las dirigentes de la protesta desde una camioneta con altavoces mientras transitaban por una céntrica avenida capitalina.
La mujer preguntaba a los manifestantes: "¿Qué queremos para nuestros familiares?", y la multitud respondía: "¡Libertad", acompañada de la consigna: "¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos".
La marcha, de dos días, partió el lunes desde la ciudad de La Paz, a unos 56 kilómetros al sureste de la capital, y el martes recorrió importantes arterias de San Salvador y realizó un acto en una zona de confluencias de avenidas conocida como Árbol de la Paz.
Los manifestantes detallaron en un comunicado que en la demostración participaron organizaciones de familiares de víctimas inocentes privadas de libertad, colectivos de víctimas de persecución política y organizaciones defensoras de derechos humanos.
"Nos hemos unido en una caminata pacífica para conmemorar el Día Internacional de los Derechos Humanos establecido en la declaración universal de 1948 por la Naciones Unidas", precisaron.
La consigna principal de la manifestación fue "Por una navidad sin presos ni presas inocentes, víctimas del régimen de excepción y la persecución política".
Entre las demandas presentadas están la restitución del derecho a la visita familiar y de abogados defensores para los detenidos, saber si están vivos y en qué condiciones de salud se encuentran, el cumplimiento de las órdenes de libertad emitidas por los jueces, entre otras.
"Durante casi tres años hemos demostrado, con pruebas claras, la inocencia de nuestros familiares, quienes continúan detenidos injustamente", subrayaron en el documento.
El régimen de excepción fue decretado por el parlamento a solicitud del presidente Nayib Bukele el 27 de marzo de 2022, tras un fin de semana durante el cual las pandillas desataron una ola de asesinatos que dejó 87 muertos.
Según el gobierno, el régimen de excepción es una de las herramientas principales en la guerra contra las pandillas que mantenían a El Salvador entre los países más peligrosos del mundo y que permite que actualmente sea considerado como uno de los más seguros del hemisferio occidental.