Estados Unidos anunció este martes que desembolsó un préstamo de 20 mil millones de dólares para Ucrania respaldado por los intereses devengados por los activos rusos congelados, en el marco de un paquete de apoyo del grupo G7 al país por 50 mil millones de dólares.
El G7 busca apuntalar a Ucrania en medio de su lucha contra la invasión rusa.
También llega justo al final del gobierno del presidente demócrata Joe Biden y cuando el futuro del apoyo estadunidense a Kiev está en duda con la vuelta en enero a la Casa Blanca del magnate republicano Donald Trump.
"Estos fondos, pagados con los ingresos extraordinarios obtenidos de los propios activos inmovilizados de Rusia, proporcionarán a Ucrania una infusión crítica de apoyo" mientras se defiende contra "una guerra de agresión no provocada", indicó la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, en un comunicado.
Los préstamos del G7 "ayudarán a garantizar que Ucrania tenga los recursos que necesita para sostener los servicios de emergencia, hospitales y otros claves para su valiente resistencia", destacó Yellen.
El presidente ucranio, Volodymir Zelensky, afirmó el martes que está "profundamente agradecido" por el desembolso, un "poderoso acto de justicia".
El apoyo "reforzará la defensa de Ucrania y ayudará a proteger nuestra soberanía y nuestro pueblo frente a agresiones no provocadas", añadió en otra declaración.