Ciudad de México. La productividad laboral de la economía de México, la cual mide la eficiencia de una persona, de un equipo o de una maquinaria, en la conversión de insumos en productos útiles, reportó su segundo crecimiento trimestral en el periodo julio-septiembre de 2024, impulsada por las actividades primarias (agrícola, ganadería, silvicultura, caza y pesca) y terciarias (servicios y comercio).
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), quien dio a conocer los indicadores de productividad laboral y del costo unitario de la mano de obra al tercer trimestre de 2024, el indicador, que resulta entre el producto interno bruto (PIB) nacional a precios constantes y el factor trabajo de todas las unidades productivas del país, se ubicó en 96.5 puntos, su mejor nivel desde enero-marzo de 2021, y registró un crecimiento de 0.8 por ciento trimestral, su segundo avance trimestral consecutivo.
Y es que el buen dato del producto interno bruto (PIB) en el tercer trimestre de 2024 (1.1 por ciento trimestral), en conjunto con una evolución modesta de la población ocupada (un aumento de 201 mil empleos trimestrales), dieron como resultado un incremento en el índice global de productividad laboral de la economía (IGPLE).
En tanto, en su comparación anual, la productividad creció 1.8 por ciento; mientras que el sector primario subió 3.7 por ciento; el secundario, 1.2 por ciento y el terciario, 2 por ciento.
Por grupos de actividad económica y a tasa trimestral, la productividad laboral en las actividades terciarias (comercio y servicios) aumentó 1 por ciento en el tercer trimestre; en las secundarias (industria y manufactura), 0.6 por ciento y en las primarias (agrícola y ganadera) aumentó 2.1 por ciento, en el trimestre de referencia.
En julio-septiembre de este año y con respecto al trimestre anterior, el costo unitario de la mano de obra en los establecimientos manufactureros disminuyó 1.5 por ciento. En las empresas de comercio al por mayor aumentó 0.2 por ciento; en las constructoras, 0.4 por ciento; en las de servicios privados no financieros, 0.6 por ciento y en las de comercio al por menor, 1.4 por ciento con datos ajustados por estacionalidad.