Beirut. Al menos 910 personas, incluyendo 138 civiles, han muerto en Siria, desde que los rebeldes lanzaron una ofensiva relámpago el 27 de noviembre que culminó con la toma de Damasco y la huida del presidente Bashar al Assad, informó este domingo una ONG.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una organización con sede en el Reino Unido, pero con una extensa red de informadores en el terreno, indicó que ha documentado que hay 910 muertos, de los cuales 380 son tropas sirias y aliados del gobierno derrocado, 392 combatientes rebeldes y 138 civiles.