El Cairo., Antonio Guterres, secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), calificó ayer la situación en franja de Gaza de espantosa y apocalíptica, y advirtió que las condiciones que enfrentan los palestinos en el territorio pueden constituir crímenes internacionales de los más graves.

En un discurso leído por Amina Mohammed, vicesecretaria general de la ONU, durante una conferencia en El Cairo destinada a aumentar la ayuda al enclave, Guterres afirmó que la catástrofe no es otra cosa que el hundimiento total de nuestra humanidad. La pesadilla tiene que acabar, no podemos seguir mirando hacia otra parte.

Precisó que la desnutrición es rampante y la hambruna inminente. Mientras tanto, el sistema de salud ha colapsado, también, añadió que el enclave palestino tiene ahora el mayor número de niños amputados en el mundo, con muchos perdiendo extremidades y sometiéndose a cirugías sin siquiera anestesia.

La ayuda a Gaza no es una crisis de logística, sino más bien una crisis de voluntad política y de respeto a los principios fundamentales del derecho internacional humanitario, afirmó el encargado del organismo internacional.

El primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina, Mohamed Mustafá, afirmó que el enclave costero es objeto de una guerra genocida que supone un fracaso para la humanidad y para el conjunto de las leyes internacionales, por lo que hizo un llamamiento a respetar las resoluciones de Naciones Unidas, al tiempo que la cancillería condenó el llamado del ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, a expulsar de sus tierras a la población de la franja.

Gaza hace frente a una crisis humanitaria sin precedentes. Es una zona de desastre donde la población sufre hambre y destrucción, mientras Israel, la fuerza ocupante, usa esto como arma de guerra, sostuvo antes de afirmar que lo que se está viendo en Gaza es una hambruna a gran escala, deliberada y sistemática, y no sólo una ausencia de asistencia.

Mustafá destacó que la reunión en El Cairo es una oportunidad para reiterar el rechazo a la ocupación de Gaza, el cierre de sus pasos fronterizos y cualquier acción que lleve a la reducción de la población del enclave.

El ejército israelí bombardeó casas en ataques nocturnos en el norte gazatí, operación que eliminó al menos a 15 personas en uno de los edificios de la ciudad de Beit Lahiya, de acuerdo con información del personal médico palestino.

Más personas resultaron heridas en el ataque y otras desaparecieron tras embestir una casa que daba cobijo a personas desplazadas, sin que los equipos de rescate pudieran llegar inmediatamente hasta ellas, informó el servicio civil de emergencias palestino, lo que saldó, hasta ayer, en 44 mil 466 y más de 105 mil personas heridas.

Las autoridades de Gaza tildaron de sorprendente la decisión de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (Unrwa) de suspender la entrega de ayuda humanitaria.

La oficina de prensa de las autoridades gazatíes además responsabilizó a Tel Aviv de las repercusiones de esta peligrosa decisión y pidió a la agencia que aumente la ayuda a través de otros pasos seguros.