produce fentanilo, y tan atinado es que lo dijo justo cuando en la Columbia Británica incautaron un megalaboratorio en el que se producían enormes cantidades de… fentanilo (previamente lo hicieron en las provincias de Ontario y Alberta).
Trudeau, primer ministro de la doble moral, se ha dedicado a culpar a México –como lo hace su jefe Trump– por todo lo habido y por haber, siempre en el marco del T-MEC, enfocado en el tema de la droga. Pues bien, por ejemplo, quien conozca la ciudad de Vancouver habrá registrado (está a la vista de todos) el deprimente panorama que se observa en un buen tramo de Hastings Street (que se extiende hasta la ciudad de Burnaby), donde centenares de drogadictos sin hogar se apilan en tiendas de campaña, se cubren con cartones o de plano duermen a la intemperie para consumir todo tipo de enervantes, principalmente fentanilo (a partir de 2015-2016, el número de muertes por sobredosis con dicho opioide sintético se ha incrementado sostenidamente), y su consumo ha crecido como la espuma en buena parte del territorio canadiense.
No hay que olvidar el festival anual de la mariguana en el propio Vancouver –que se lleva a cabo frente a la Galería de Arte y a unos pasos de la Corte Superior de Columbia Británica–, durante el cual buena parte de la ciudad se cubre con una espesa nube verde, amén de que se pueden disfrutar todo tipo de productos elaborados con cannabis. Muy su gusto, desde luego, pero que Trudeau no se queje por el consumo de estupefacientes en terceros países y mejor se dedique a atender su propia problemática. Las muertes canadienses por sobredosis de droga (con el fentanilo a la cabeza) no superan las registradas en Estados Unidos, pero sin duda muestran una preocupante tendencia alcista. Entonces, que a su contención se dedique el de la doble moral.
Ante este panorama del primer ministro-tapete de Trump, la presidenta Sheinbaum reiteró: No vamos a caer en provocaciones; a México se le respeta y más por nuestros socios comerciales
, y comentó: “recientemente se dio a conocer –sabía que existía, pero no tenía tanta información– que Canadá también tiene un problema muy grave de consumo de fentanilo, y en algunos estados o ciudades donde se liberalizó el consumo de drogas se han generado problemas muy graves, como las defunciones debidas a la adicción de opioides. México las tiene en un muy bajo nivel (…), pero no tiene que ver con este consumo de fentanilo que hay en Estados Unidos y Canadá. Entonces, sí, somos distintos”.
Días atrás, dijo: “hubo una acción de la justicia contra un laboratorio de fentanilo en Canadá. Entonces, sí son problemáticas distintas. Esta idea de que ‘no puede compararse a uno con otro’, pues sí, son problemas distintos, pero no por ello somos menos, nunca, jamás. En el tema del fentanilo, por supuesto, hay que colaborar para la atención a la inseguridad y el tráfico de drogas, pero también hay que atender cada uno de nosotros el tema del consumo”.
Algo más dijo la mandataria: en Canadá, el próximo año hay elecciones, “y lo que nosotros siempre vamos a defender es que no se utilice a México como parte de sus campañas electorales. Cada quien que vea por cada cual, y nos relacionamos, nos coordinamos, nos complementamos en temas de comercio y otras virtudes que tiene la relación bilateral y trilateral, no solamente de comercio y económica, sino también culturales y de mucho… educativas y muchas otras relaciones que hay con Canadá. Lo que sí es que México es un gran país. Ya quisieran, la verdad, la riqueza cultural que tiene México, de nuestros ancestros, de los pueblos originarios; México tiene más de 3 mil años de historia y civilizaciones precolombinas grandiosas”.
Y no se olvide: la crisis del consumo de opioides en Estados Unidos es producto de las farmacéuticas; ahí comienza
. Qué cómodo, pues, culpar de lo propio a terceros países.
Las rebanadas del pastel
Ayer, el precio de las acciones de Elektra se desplomó cerca de 65 por ciento. Se desmorona el imperio de Ricardo Salinas Pliego, construido a partir del salinato y siempre a costillas del erario. Perdió los apoyos políticos y judiciales que lo mantuvieron impune durante tres décadas, y el SAT lo espera con la caja registradora abierta.
Twitter: @cafevega