Hace algunos meses, antes de las elecciones para la Presidencia de la República, el Dr. Julio Berdegué Sacristán –actual secretario de la Sader–, en un diálogo sobre el futuro del campo mexicano, preguntó a jóvenes de Chapingo ¿en qué se iba a transformar la Universidad Autónoma Chapingo (UACh) para ser relevante en los nuevos procesos?, ahora que estamos asistiendo a la transformación de la vida pública nacional.
La pregunta es importante y no se contestó. Sin embargo, la pelota quedó brincando en la cancha de nuestra institución, y ahora un buen número de compañeras y compañeros recogemos el reto y estamos decididos a impulsar reformas para que las funciones académicas de docencia, investigación, servicio y difusión de la cultura estén orientadas a los grandes problemas de la agricultura, particularmente de los pequeños agricultores de las tierras de temporal. Hacemos nuestro el principal objetivo planteado por la presidenta de la República, Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, en relación con la agricultura: luchar por alcanzar la soberanía alimentaria con productos sanos.
En consecuencia, desde inicios de 2025 haremos foros y todos los diálogos pertinentes sobre los problemas de la agricultura (como la severa crisis climática, la impostergable transición hacia una agricultura agroecológica y los graves problemas del deterioro ambiental), así como qué debemos cambiar en la educación de los futuros agrónomos.
Volver a los orígenes. En primer término, abrevemos en el ideario del acta de la inauguración de la Escuela Nacional de Agricultura de 1923, aprendamos y enseñemos con los pequeños agricultores: “... esta escuela preconiza un ideal humano de sencilla cooperación y de reposado compañerismo entre los hombres que labran la tierra sin que trate de empujarlos hacia la pendiente de la grande explotación agrícola...”
Esto nos lleva, en segundo término, a regresar a otro origen fundamental, la sabiduría campesina e indígena para cultivar su milpa de manera natural, cuidando el suelo para tener una comida saludable. Así pues, en un diálogo de saberes, busquemos la integración de conocimientos, los de ellos y de nosotros.
Después del análisis de la problemática de la agricultura y de la educación actual, trazaremos la ruta de las reformas educativas necesarias. Sin duda, en todos los programas educativos de carreras y posgrado, en los centros e institutos de investigación, hay profesores muy competentes y dispuestos a compartir sus saberes con las comunidades campesinas.
Para hacer vinculación con los agricultores pequeños, contamos con los universitarios del campus central en Chapingo y además con un sistema de centros regionales, ubicados en Sonora, Zacatecas, Veracruz, la región central, Michoacán, Jalisco, Oaxaca y Yucatán. Dicho sistema cuenta con el conocimiento y la experiencia de haber trabajado por décadas con campesinos en las diferentes regiones del país y ha establecido tres carreras, una maestría y un doctorado. Ahí están adscritos 548 alumnos y 135 académicos.
Establecida la ruta haremos las adecuaciones pertinentes a la estructura académica, y democráticamente adecuaremos el actual estatuto universitario.
Para llevar a cabo el anterior proceso, tenemos que resolver un escollo importante que han planteado el rector y el H. Consejo Universitario, al acordar hacer un plebiscito –no en un sólo día, como es la práctica común, sino en seis, a partir del 28 de noviembre, excluyendo sábado y domingo– para aprobar su propuesta de reforma al estatuto de la Universidad Autónoma Chapingo.
Ésta fue publicada apenas el 19 de noviembre de manera digital, sin folletos escritos y violando el artículo 161 del estatuto universitario vigente, que los obligaba a llevar a cabo el plebiscito 30 días después de su publicación, esto es, el próximo 19 diciembre. Y no sólo eso, no fue revertida a la comunidad la propuesta de actualización del estatuto de la Universidad Autónoma Chapingo, elaborada por una comisión representativa de la comunidad, y avalada con más de 33 por ciento de miembros de la comunidad, violando los artículos 160 y 161 del estatuto vigente.
Se alzaron muchas voces solicitando al Consejo Universitario que se recalendarizara el proceso porque no se tiene conocimiento de las propuestas.
Se negó, y ahora sólo queda la única opción para que se recalendarice: no votar, y al no obtener el quorum, se verá obligado a recalendarizar. Si se votara y hubiera quorum, se aprobaría –entre otras cosas– que desapareciera el sistema de centros regionales universitarios y su dirección. Esto sería un retroceso para la universidad. Disgregados los centros, cada uno de ellos gestionará el presupuesto con el Consejo Universitario y con menos fuerza.
*Integrante de la Comisión Reglamentadora de 1978 que elaboró el Estatuto de la UACh vigente. Profesor adscrito al Centro Regional Universitario del Anáhuac