Cruz Azul ha escrito un episodio que contradice esos episodios trágicos de su pasado al vencer 3-0 a Tijuana (global 3-3 ) y verse beneficiado por una mejor posición en la tabla general para avanzar a la semifinal del torneo Apertura 2024 de la Liga Mx, donde enfrentará al América.
La losa de las llamadas cruzazuleadas o los fracasos inesperados que han sufrido los celestes pareciera que ahora se resquebraja para dar paso a un club de tal fortaleza mental que supo reponerse a una desventaja de tres goles.
Contra los pronósticos e impulsada por los tantos de Ignacio Rivero, Georgios Giakoumakis y Ángel Sepúlveda, La Máquina pudo rescatar una temporada histórica en la que terminó de líder con récord de puntos.
El timonel Martín Anselmi se perfila ahora para ir en busca de su segunda final consecutiva en la Liga Mx. En contraste, Juan Carlos Osorio, ex timonel del Tricolor, se despidió del torneo con el logro de haber llevado a Tijuana a unos cuartos de final por primera vez en cinco años.
Si bien hubo una gran entrada para el duelo de vuelta en el estadio Ciudad de los Deportes, el ambiente era desangelado en un inicio, el halo de la incertidumbre rondaba entre los seguidores. Se ve un partido difícil por la derrota en Tijuana. El equipo no tiene una muy buena historia por los fantasmas que arrastra, pero con todo lo hecho por Anselmi confiamos en que no habrá nada de eso
, dijo Carlos un seguidor que pese a confiar en el club no mostraba mucho entusiasmo.
Tras un partido sufrido e intenso, La Máquina ahora se enfrentará a las Águilas. Foto Afp
Aun con la baja de Jorge Sánchez, quien está sancionado tras haber sido expulsado en el juego anterior, La Máquina cumplió al tener el control en la cancha y ser más arriesgado en la ofensiva, aunque sufrió para encontrar las redes.
Con la presión a cuestas y la pesada marca del rival, Ignacio Rive-ro despertó un grito de euforia y esperanza en las gradas al anotar al minuto 44 tras conectar un remate de cabeza de manera atropellada.
Se abría la posibilidad de comenzar a escribir una historia de proezas inesperadas. El ambiente entre la afición también cambió y comenzaron los cánticos: dale, Azul, dale
, gritaban los seguidores como muestra de una fe paradójica en un equipo que tantas veces los había desilusionado.
Justo en medio de ese ánimo, llegó el segundo tanto, esta vez con Georgios Giakoumakis (54) como protagonista al robar el balón dentro del área y aprovechar una mala salida del arquero para poner el 2-0.
Ya sólo faltaba un gol para concretar la hazaña. Fue entonces cuando apareció Ángel Sepúlveda (74), el ariete estrella del equipo en la temporada y quien ahora se encargó de sellar ese tanto que les daba el pase con un disparo cruzado.