Ciudad de México. “La danza es un reflejo del alma,” afirma con convicción Ana Montserrat Martínez Medina, creadora de la obra Afecto natural, cuya única función se realizará este sábado 30 de noviembre en el Pabellón Escénico del Jardín Escénico de Chapultepec.
En entrevista con La Jornada, la también egresada de la Academia de la Danza Mexicana señaló que se trata de “un viaje introspectivo a través del cuerpo, la mente y el espíritu. La creación de este proyecto nació del deseo de ayudar a los bailarines a conectar profundamente con ellos mismos, desde su interior.
La coreógrafa Ana Montserrat Martínez Medina. Foto cortesía Compañía DanzaAM.
“Más allá de la estética y la técnica, la coreografía busca revelar la autenticidad del ser, permitiendo que cada movimiento sea una expresión genuina de las emociones del intérprete.”
La música de Niccolò Paganini, conocida por su virtuosismo y pasión, juega un papel esencial en la obra. La complejidad de sus composiciones desafía la técnica de los bailarines, así como también su capacidad emocional.
“Decidí utilizar su música precisamente por esa intensidad,” añadió Martínez Medina. “No sólo acompaña el movimiento, sino que lleva a los bailarines al límite emocional y físico, obligándolos a conectar profundamente con sus emociones y traducirlas en movimiento genuino”.
El montaje es el resultado de años de investigación y exploración. Desde 2019, cuando la coreógrafa cursaba la especialidad en Estudios del Movimiento en la Escuela Nacional de Danza Nellie y Gloria Campobello, comenzó a gestar una metodología centrada en la conexión integral del ser humano.
Su manual, La relación del ser en un cuerpo en movimiento, se ha convertido en una guía para la enseñanza de la danza, y en un manifiesto que reivindica una práctica más humana y consciente.
En un mundo donde la exigencia y la perfección técnica han predominado en la danza clásica, Ana Montserrat Martínez propone una revolución silenciosa: “Trabajamos de humano a humano, respetando y valorando las emociones, pensamientos y experiencias que nos hacen únicos”.
Foto cortesía Compañía DanzaAM
Su enfoque basado en el refuerzo positivo y la motivación busca cuidar la salud física y emocional de los bailarines, permitiéndoles alcanzar su máximo potencial sin sacrificar su bienestar.
Este método forma bailarines técnicamente sólidos, así como artistas capaces de disfrutar su arte y transmitir esa plenitud a los espectadores.
“Al centrarnos en el corazón como eje central, pero no sólo desde una perspectiva vital o sentimental, sino como un punto de unión entre el cuerpo y el alma, logramos una danza auténtica y transformadora”, añadió la coreógrafa.
“La danza es un vehículo que transmite afecto, vulnerabilidad y fuerza, y crea una conexión profunda entre los bailarines y la audiencia. Nuestro objetivo va más allá del entretenimiento; buscamos provocar un cambio emocional en el espectador.”
La propuesta escénica de Martínez Medina no ha pasado desapercibida. Su metodología y “técnica implacable” fueron reconocidos en el Prix de la Danse Luis Díaz 2024, celebrado en la Ciudad de México.
Foto cortesía Compañía DanzaAM
“El apoyo recibido marcó un antes y un después en mi carrera. Me permitió llevar mi investigación más allá de la docencia, enfrentándome al reto de implementarla con jóvenes bailarines profesionales”, subrayó la artista, quien visualiza un futuro en el que la danza clásica en México evolucione e integre las emociones, el bienestar y la ciencia.
“Estamos en una era donde la ciencia ha avanzado significativamente. Al comprender cómo las emociones y los movimientos están conectados a nivel cerebral, podemos optimizar los procesos de aprendizaje y crear una enseñanza más humana y sostenible.
“Con esta propuesta, ofrecemos una nueva visión de la danza, donde el cuerpo se convierte en un espejo del alma, y cada movimiento es un acto de autenticidad y conexión profunda”, concluyó la coreógrafa.
Auspiciada por la compañía DanzaAM, dirigida por Ana Montserrat Martínez Medina, la obra Afecto natural, tendrá una sola función este sábado 30 de noviembre en el Pabellón Escénico del Jardín Escénico de Chapultepec (Avenida Paseo de la Reforma y Calzada Chivatito, Bosque de Chapultepec, alcaldía Miguel Hidalgo). La entrada es gratuita.