Ciudad de México. En sesión solemne, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) despidió este jueves al ministro Luis María Aguilar Morales entre aplausos, abrazos y un discurso en el que se resaltó que su legado de defensor de la imparcialidad e independencia judicial debe prevalecer frente “a la inminencia de una transformación radical” del sistema de justicia que genera “incertidumbre y desánimo”. 

En adelante, el Pleno deberá sesionar sólo con 10 integrantes, al menos hasta el 1 de septiembre del 2025 cuando entraría la nueva generación de ministros elegidos por el voto popular, como marca la reciente reforma judicial. Lo anterior, podría dificultar los acuerdos para que la Corte pueda avalar o invalidar normas y leyes, pues para ello se requiere de la mayoría calificada de ocho votos. 

Despedida

El ministro Jorge Mario Pardo fue el encargado de hablar en nombre del Pleno del máximo tribunal para despedir a Aguilar, quien el próximo 30 de noviembre concluye su periodo de 15 años como ministro y cierra su ciclo de 55 años de servicio en el Poder Judicial de la Federación (PJF).

“Hoy despedimos a un juez constitucional, pero no a su ejemplo. Gracias señor ministro por su servicio, por su compromiso y por su legado, su nombre quedará inscrito como un baluarte incansable de la independencia judicial y como un exponente de los principios que deben guiar el quehacer público, los que apreciamos aún más en estos tiempos ante la inminencia de una transformación radical que desde mi punto de vista hasta ahora lo que genera es incertidumbre y desánimo”, dijo Pardo. 

Para la sesión, el Salón del Pleno se llenó de invitados especiales, familiares y del equipo de ponencia del ministro que pasa al retiro. Presentaron un video con la semblanza del togado en la que le reconocieron que durante su trayectoria escaló todos los peldaños de la carrera judicial hasta llegar a presidir la Corte (2015-2018).

Acto seguido, el ministro Morales tomó la palabra, asegurando que no sabía de la sesión solemne que le tenían preparada por lo que, dijo, improvisaría su discurso. En este, hizo una radiografía de la relación actual con sus todavía 10 compañeros del Pleno, desde las más cercanas con Jorge Mario Pardo y la ministra presidenta Norma Piña Hernández hasta las diferencias que tuvo con Lenia Batres Guadarrama, quien cumplirá apenas un año en la Corte. 

“A la señora Lenia Batres, a la que conozco hace poco, pero a la que se ha significado intensamente, a la que le decía yo ayer que lo que hemos intercambiado de ideas, aunque no coincidamos siempre, son las ideas institucionales que además sirven para ilustrar, para entender a veces puntos de vista que uno no los había advertido. Pero que en lo personal no hay ninguna animadversión y lo importante es enriquecer la discusión y hacerla todavía más interesante, cosa que le agradezco, señora ministra”, le dijo. 

La sesión solemne se realizó luego de una de las más largas sesiones del Pleno en este año, que duró casi tres horas en las que resolvieron ocho acciones de constitucionalidad en las que se necesitaba una mayoría calificada de ocho votos, cuyos asuntos fueron la impugnación de porciones de leyes de ingresos de cinco estados de la República.