Ciudad de México. Con 10 votos a favor y uno en contra (de Carla Humphrey) este jueves, después de más de año y medio sin titular, Claudia Arlett Espino fue designada como Secretaria Ejecutiva del Instituto Nacional Electoral (INE).
La propuesta de la presidenta Guadalupe Taddei fue admitida con reservas de una parte de los consejeros, quienes subrayaron que dan su consentimiento, “un voto de confianza”, con el propósito de fortalecer la colegialidad del Instituto, pero al mismo tiempo advirtieron- en diferentes tonos- que este aval no será “un cheque en blanco” de ahí que vigilarán el desempeño de la nueva funcionaria.
Humphrey dijo que no podía acompañar la propuesta porque en torno a Espino, ex consejera presidenta del Instituto Electoral de Chihuahua, hay determinaciones jurídicas pendientes y, además, porque su perfil académico y profesional no le parecía el idóneo para ocupar ese cargo que requiere habilidades gerenciales, más cuando el INE tiene frente a sí el reto de organizar la elección judicial y dar registros a nuevos partidos políticos, por ejemplo.
La consejera no se refirió específicamente a la determinación del Tribunal de Justicia Administrativa que inhabilitó a Espino por 90 días por presuntas irregularidades en compras cuando fue la consejera presidenta local, aunque hizo comentarios implícitos: “Adelanto que mi voto será en contra, de ahí la importancia de la colegialidad y señalar con respeto por que se disiente o las razones del disenso.
“No es aquí el lugar ni la autoridad para juzgar los asuntos que se han venido conociendo en la opinión pública así como las autoridades competentes. Sin embargo, en mi opinión, hay temas legales que aún se están valorando y que no se han aclarado lo suficiente y que me impiden acompañar la propuesta”.
Antes, el consejero Martin Faz, igualmente sin hacer apuntes específicos, sí aludió al tema de la controversia constitucional que se analiza en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, relacionada con las nuevas atribuciones de la presidencia , de poder designar a directivos sin el aval del consejo general.
Faz pidió también independencia de acción de la nueva funcionaria y consideró que este “voto de confianza” es la forma de materializar esta colegialidad, pero también una forma de “blindar” las acciones de la Secretaría Ejecutiva “en contra de injerencias y presiones externas -e internas-, a las que están expuestas las personas que encabezan las diversas áreas del Instituto particularmente tan importante cargo como la Secretaría Ejecutiva”.
Señaló que durante meses “se ha querido construir, desde diversos espacios internos y externos, una narrativa de obstaculización a los trabajos de la Presidencia del Instituto. Hoy queda en claro que no es así.
“En lo que a mí respecta, el voto de confianza que en esta ocasión otorgo a la propuesta presentada por la Presidencia para ocupar el cargo ejecutivo más importante del Instituto, no significa un cheque en blanco”.
Indicó que van a apoyar a Espino al tiempo de “vigilar que su desempeño se realice conforme a los principios rectores del Instituto, con la más absoluta probidad, independencia y un compromiso institucional ajeno a cualquierotro interés externo al mismo”.
Al inicio de la sesión, la consejera presidenta, Guadalupe Taddei, leyó parte del currículum de Espino y, más adelante, en su intervención, le dijo que habrá que sortear problemas técnicas, operativas y ejecutivas del Instituto.
“Confío en su capacidad y profesionalismo, cuidando siempre los valores que tenemos en esta Institución“, señaló.
También agradeció el acuerdo al que finalmente llegó con sus colegas.
A las dos y media de la tarde, la todavía encargada de despacho de la Secretaría Ejecutiva, Claudia Suárez, quien recibió el agradecimiento de todos los que tomaron la palabra, tomó la votación para la elección.
La nueva secretaria rindió protesta.