Moscú. La respuesta del Kremlin a los dos más recientes ataques contra su territorio con misiles Atacms estadunidenses, el sábado y el lunes anteriores, tuvo lugar la madrugada de este jueves, cuando Rusia lanzó contra Ucrania 90 misiles y 100 drones, afirmó el presidente Vladimir Putin en Astaná, Kazijistán, al término de la cumbre la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), alianza militar postsoviética.
El mandatario ruso dijo que, en los dos días recientes, Rusia disparó un total de 100 misiles y 466 drones, destruyendo 17 objetivos en Ucrania, y subrayó que “desde luego, responderemos a todos los ataques que se llevan a cabo contra nuestro territorio con armas de largo alcance (hasta 300 kilómetros)”. No descartó que Moscú vuelva a emplear un misil balístico hipersónico Oreshnik (Avellano), pero, puntualizó, “no tiene sentido atacar un objetivo menor con ese tipo de arma, sería como querer derribar un gorrión a cañonazos”.
Señaló que el Estado Mayor del ejército “está sopesando que blancos batir en Ucrania” y, entre éstos, mencionó que “instalaciones militares, empresas de la industria de defensa y centros de toma de decisiones en Kiev”.
El mandatario ruso no quiso responder la pregunta del diario ruso Kommersant acerca de a qué se refería al hablar de “centros de toma de decisiones” –como suele denominar el Kremlin las sedes del gobierno, del ministerio de Defensa y del Parlamento ucranios; dicho sea de paso, las más protegidas por los sistemas de defensa antiaérea estadunidenses Patriot– y se limitó a responder con un chiste de la época soviética sobre el pronóstico del tiempo: “A lo largo de este día puede ocurrir de todo”.
Según Putin, “el régimen de Kiev continúa sus intentos de atacar nuestras instalaciones críticas, tanto en Moscú como San Petersburgo. Vamos a responder a los actos de agresión contra Rusia y el ministerio de Defensa decidirá con qué armamento y cuándo”.
En tanto, en su declaración final, la OTSC abogó por crear un sistema de seguridad estable en el mundo, sin referirse a la guerra en Ucrania ni a las sanciones de Occidente contra Rusia.
“La auténtica seguridad debe ser indivisible e igual para todos, debe tomar en cuenta los intereses de todos los Estados y basarse en los principios del derecho internacional y la cooperación constructiva”, subraya el documento.
Para la OTSC no hay alternativa a crear “un mundo multipolar que se sustente en la diversidad de culturas y civilizaciones de nuestro tiempo, que permita a los pueblos elegir por sí mismos sus vías y modelos de desarrollo, siempre con apego a la Carta de la ONU (Organización de las Naciones Unidas)”.
Firmaron la declaración los jefes de Estado de Rusia, como principal promotor de la organización, y de Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán. El sexto miembro, Armenia, no asistió a una cumbre por segunda ocasión al suspender su participación por la negativa de la OTSC a intervenir en su apoyo ante lo que Ereván considera agresión de Bakú contra su territorio soberano en Nagorno-Karabaj.
Además, los líderes de la OTSC suscribieron 14 documentos, entre los cuales cabe destacar los acuerdos para robustecer los nexos dentro de la alianza y para proteger la frontera entre Tayikistán y Afganistán.
Mención aparte merece una declaración acerca del significado histórico del 80 aniversario de la victoria de la Unión Soviética sobre la Alemania nazi, que se cumplirá en mayo siguiente.