Nuevo Laredo, Tams. El ganado en Tamaulipas sigue libre del gusano barrenador, una plaga que afecta a los bovinos y que ha causado serios problemas en algunas regiones del país. A pesar de este control, la frontera con Estados Unidos ha sido cerrada temporalmente para la exportación de ganado debido a un caso detectado en un embarque proveniente de Guatemala, lo que ha generado grandes pérdidas para los ganaderos de la región, especialmente los de Nuevo Laredo.
Rodolfo Treviño Benavides, presidente de la Asociación Ganadera de Nuevo Laredo, expresó su preocupación por la paralización de la exportación que ha afectado a más de 2,000 becerros que debían salir la próxima semana. "Estamos esperando qué va a pasar con los nuevos protocolos. La Estación Cuarentenaria está llena de ganado que llega de toda la República", comentó Treviño, quien indicó que los gastos de alimentación y estancia se han incrementado debido al cierre de la frontera.
Los ganaderos de Nuevo Laredo enfrentan una caída en los precios del ganado de exportación. Mientras que anteriormente podían vender al extranjero por un precio superior, ahora las ventas locales no cubren los costos de producción, lo que ha generado una crisis en la economía ganadera local. Treviño señaló que la afectación es total, con un impacto directo en las finanzas, ya que las exportaciones representan una parte importante de las ganancias.
A pesar de la situación crítica en la frontera, Tamaulipas se mantiene libre del gusano barrenador, gracias a las acciones preventivas y la coordinación entre autoridades y ganaderos. El gobierno estatal, junto con el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), ha implementado medidas para reforzar la seguridad sanitaria en la región. Antonio Varela Flores, secretario de Desarrollo Rural, destacó que el estado sigue cumpliendo con los protocolos para mantener su estatus sanitario.
El cierre temporal de la frontera también ha afectado la exportación de ganado, que en el ciclo 2023-2024 alcanzó las 70,000 cabezas enviadas a Estados Unidos. Aunque el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos ha pausado la internación de ganado mexicano, se trabaja en conjunto para reabrir las exportaciones y restaurar el flujo de comercio.