Lo único que provocó dicha amenaza fue el rechazo unánime y el apoyo, aquí y allá, a la mandataria mexicana, porque la locura de Trump golpearía a las tres economías que dan cuerpo al T-MEC, pero con mayor fuerza a la que el propio empresario gobernará. Y la tajante oposición a su anuncio adelantado (el magnate toma posesión el próximo 20 de enero) no sólo se ha dado en la esfera gubernamental, sino en el ámbito empresarial mexicano, estadunidense y canadiense, en donde entienden que si el comercio exterior de China ha crecido exponencialmente es porque la nación asiática lo ha hecho muy bien (en las últimas dos décadas ha duplicado sus exportaciones) y Estados Unidos muy mal (en igual periodo sus ventas al exterior se desplomaron 30 por ciento), algo que no se enmienda a golpe de presiones, chantajes y amenazas a terceras naciones.
Sobre este punto, y la insistencia de Trump de romper lanzas en contra del gran dragón asiático, la mandataria mexicana fue puntual: nuestro objetivo es recuperar mucho de lo que se perdió en muchos años de producción nacional por la importación, incluso más; pero es un asunto no de definición frente a China, sino de definición de desarrollo nacional, de una política de desarrollo nacional. Entonces, no tiene que ver con una nacionalidad u otra
.
Ayer, la presidenta Sheinbaum subrayó que no estamos con los brazos cruzados
, y para confirmarlo al filo de las 15 horas habló telefónicamente con el próximo inquilino de la Casa Blanca. De esa charla informó en redes sociales: tuve una excelente conversación con el presidente Donald Trump. Abordamos la estrategia mexicana sobre el fenómeno de la migración y compartí que no están llegando caravanas a la frontera norte porque son atendidas en México. También hablamos de reforzar la colaboración en temas de seguridad en el marco de nuestra soberanía y de la campaña que estamos realizando en el país para prevenir el consumo de fentanilo
.
En la mañanera, Sheinbaum se refirió a lo publicado ayer por La Jornada (David Brooks y Jim Cason) en materia migratoria (otra de las amenazas de Trump). Nuestro diario lo reseño así: una deportación masiva de mexicanos indocumentados, como la anticipada por Trump, mermará el producto interno bruto de Estados Unidos en alrededor de 800 mil millones de dólares (alrededor de 3 por ciento)
. Entonces, si el futuro inquilino de la Casa Blanca insiste en deportar a los mexicanos indocumentados (quienes han tenido un impacto extremadamente positivo sobre la economía estadunidense
) en 10 años Estados Unidos podría perder casi 9 billones de su PIB, incluyendo 1.2 billones de dólares en ingresos fiscales al gobierno federal
.
Días atrás, México SA publicó el más reciente informe de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA), que en su parte medular documenta: en 2022 el producto interno bruto latino de Estados Unidos se disparó a un récord de 3.7 trillones de dólares (billones para nosotros), lo que, de ser un país aparte, colocaría a ese segmento poblacional en la posición número cinco en el ranking mundial de economías, por arriba de la británica y la francesa.
El poder económico de los latinos (medido en 2023) supera al PIB nominal de Reino Unido (2023), Francia, Italia y España, y, desde luego, al de México, de tal suerte que Trump y sus políticas xenófobas equivaldrían a darse un tiro y no sólo por lo que económicamente representan los migrantes, sino por su creciente peso en su sector productivo, comercial y fiscal.
Entonces, por donde se le vea, Trump debe echar al bote de basura su propuesta
y encontrar soluciones reales, no chantajear a sus vecinos.
Las rebanadas del pastel
Al abordaje: no sólo el Poder Judicial tiene sus multimillonarios guardaditos
, sino que ha sido detectado uno similar en el recientemente extinguido Instituto Federal de Telecomunicaciones: mil 500 millones de pesos para lo que a los comisionados
se les ofreciera. Vergüenza debería darles.
X: @cafevega