Ciudad de México. La necesidad de Petróleos Mexicanos (Pemex) de recibir apoyo del gobierno casi se duplicará para 2026 en comparación a los niveles de 2019-2023, debido a que enfrenta vencimientos de deuda, destacó la calificadora Moody’s en un reporte de la petrolera.
“Apoyar a Pemex es cada vez más costoso para el gobierno de México. Su deuda ascendía a 97 mil 300 millones de dólares en septiembre de 2024 y, en vista de su actual estrategia de negocio, la empresa necesitaría un apoyo importante y continuo del gobierno para satisfacer sus requerimientos de liquidez cada año”, se menciona en el documento realizado por Roxana Muñoz, analista senior de Pemex y Marcos Schmidt, director general asociado de Moody’s.
Para 2026, Pemex requeriría unos 17 mil 400 millones de dólares del gobierno para continuar con su política actual centrada en la refinación, incluidos alrededor de 12 mil 700 millones de dólares en vencimientos de deuda a largo plazo, lo que supera ampliamente el promedio anual de 9 mil 200 millones de dólares durante el periodo 2019-2023.
La firma expuso que los indicadores crediticios de la petrolera, siguen debilitándose, con un flujo de efectivo libre negativo a medida que la empresa se centra en su negocio de refinación, que genera pérdidas, para aumentar la producción de combustible. A la par, la compañía limita su inversión en exploración y producción.
“Como supuesto, esperamos que el gobierno de México continuará apoyando a Pemex con el pago de los vencimientos de deuda y que la estrategia operativa de la compañía se mantendrá prácticamente sin cambios, al menos durante 2025”, comentaron los analistas.
Moody’s planteó dos escenarios para Pemex. En el primero, requerirá un mayor apoyo del gobierno en los próximos años para cubrir sus obligaciones de deuda y requerimientos de liquidez. En el segundo, refinancia su deuda en 2025 con la ayuda del gobierno.
“Si bien esta estrategia mejoraría significativamente la liquidez, la empresa continuará generando un flujo de efectivo libre negativo”, mencionó la calificadora.
Advirtió que incluso si el refinanciamiento de la deuda eliminara la necesidad de depender del apoyo del gobierno para cubrir sus vencimientos de deuda a largo plazo, de todos modos aumentaría el riesgo de atravesar un canje de deuda forzoso en caso de que haya pérdidas para los inversionistas.
Una mayor probabilidad de un canje de deuda forzoso y pérdidas excesivas para los tenedores de bonos aumentarían la presión sobre la calidad crediticia de Pemex e incluso conducirían a tasas de interés más altas en futuras emisiones de deuda.