Ciudad de México. La magistrada Lília Mónica López Benítez, a quien se le considera del grupo cercano de Norma Piña Hernández, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, aseveró que la reforma judicial reforzó el techo de cristal contra el cual han luchado las mujeres durante años, pues no previó salvaguardar su participación paritaria en el acceso a cargos y mucho menos se ocupó de generar mecanismos para la protección de sus derechos.
Por otro lado, al encabezar el evento “25N Día de Acción, Combate y Conciencia de Prevención de Violencia Contra Niñas y Mujeres”, la también presidenta de la Comisión de Disciplina del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), afirmó que una sociedad que tolera la violencia y el abuso contra niñas y mujeres no puede aspirar a prosperar ni llamarse justa, por lo que esas prácticas deben terminar.
En un comunicado, manifestó que el CJF asume su compromiso inamovible contra la violencia.
Apuntó que este día es de profunda reflexión y firme determinación, y aunque es doloroso, es absolutamente necesario, ya que el camino hacia un futuro promisorio para las mujeres empieza por reconocer la magnitud del problema y, sobre todo, por asumir que la violencia en su contra no es un asunto aislado ni privado.
Explicó que la Unidad General de Prevención y Combate a la Violencia Laboral y al Acoso Sexual del CJF reportó que en el último año se registraron 919 ingresos, por los cuales se iniciaron 306 expedientes de acompañamiento. Además, de octubre a la fecha se registraron mil 33 acompañamientos psicológicos y se dictaron 43 medidas de carácter general.
Por su parte, la Unidad General de Investigación de Responsabilidad Administrativas reportó que en el último año se recibieron 665 investigaciones que involucran a personas servidoras públicas adscritas a órganos jurisdiccionales y áreas administrativas, de las cuales 167 se vinculan con casos de violencia de género y violencia laboral. Reconoció que combatir la violencia contra la mujer es una causa humana en el que los hombres tienen un papel fundamental, por lo que se debe rechazar el machismo, cuestionar los estereotipos de género y convertirse en aliados del respeto de las mujeres y niñas.