Madrid. Las labores de reconstrucción en la zona de Valencia devastada por las lluvias torrenciales provocó una nueva víctima mortal, un obrero de la construcción que estaba trabajando en una escuela pública, la Lluís Vives, de la localidad de Massanassa, y que había quedado semidestruida por la riada. Un techo en mal estado que se derrumbó de forma imprevista provocó su fallecimiento, además de lesiones en otro trabajador, que está en situación crítica en el hospital público de Valencia.
Un día después de que cinco mil personas se manifestaron en el centro de la ciudad de Valencia para exigir la “dimisión” de Carlos Mazón, el presidente derechista de la comunidad autónoma, a quien responsabilizan de la tardanza en la recuperación de la normalidad en el sistema público educativo, se registró esta accidente precisamente en un colegio público. Según los datos oficial, tres semanas después de las lluvias torrenciales hay 16 mil menores sin escolarizar por los daños estructurales en las escuelas y se calcula que hay más de dos mil 100 viviendas sin poder ser habitados por los daños estructurales.
Alrededor del mediodía, los servicios de emergencia recibieron el aviso de un derrumbe en el citado colegio, lo que provocó la movilización de dos comandos de bomberos de las localidades de Torrent y Catarroja. Los equipos, después de inspeccionar la zona derrumbada, confirmaron los hechos, mientras que los heridos fueron atendidos de inmediato por los servicios sanitarios.
Una de las hipótesis que tiene la Policía Nacional es que la causa del derrumbe podría estar relacionada con una máquina excavadora que trabajaba en la rehabilitación del centro y que habría colisionado accidentalmente contra uno de los pilares del edificio, lo que habría provocado el hundimiento parcial del techado y atrapado a los dos trabajadores en su interior.
Las víctimas mortales por las lluvias torrenciales en Valencia son 221, a los que hay que sumar a este obrero fallecido, en este caso por las labores de reconstrucción. Además continúan las labores de búsqueda para encontrar a los cinco desaparecidos todavía sin localizar. Los damnificados son decenas de miles, ya sea por haber perdido a algún familiar o ser querido, o por los daños materiales que provocaron las lluvias torrenciales y las riadas.