Ciudad de México. Alrededor de 30 productores de productores de árboles de navidad en la zona de Ajusco, en Tlalpan, iniciaron esta semana la venta de sus ejemplares de pino ayacahuite y de oyamel directamente en sus plantaciones, donde numerosas familias acudieron este sábado para seleccionar el que se decorará su hogar en esta temporada decembrina.
Es el caso de la familia García Medrano, en el kilómetro 12.5 de la carretera Picacho-Ajusco, junto al arco conocido como La Marina, donde está su plantación en una superficie de 9.7 hectáreas en el paraje El Cofrecito.
Benigno García, fue uno de los comuneros que hace unos 20 años aceptaron la propuesta de la Comisión Nacional Forestal para sustituir sus cultivos de avena, papa, maíz y haba, que estaban erosionando y degradando la tierra, por plantaciones forestales comerciales para producir árboles de navidad, que continúa hasta la fecha.
Su nieto, Alberto Ángel, explicó que en la plantación tienen alrededor de 5 mil árboles disponibles para la venta, pero son alrededor de mil los que llegan a comercializar en un año, de uno y hasta 5 metros de altura, aunque de estos últimos tienen unos pocos.
La familia Reyes, papá, mamá y dos menores de 11 años, llegaron de la alcaldía Benito Juárez para almorzar primero en el restaurante El Cofrecito, que los García tienen a pie de carretera y subieron luego a la loma, hacia la plantación, con uno de los cortadores para elegir el árbol que llevarían a su domicilio.
Luis Reyes contó que desde hace siete años han procurado tener un árbol natural en casa en la temporada navideña de alguna de las plantaciones del Ajusco, aunque no lo han hecho seguido, como el año pasado que tuvo una carga de trabajo que le impidió hacer esa visita y pusieron uno artificial. Ayer que sus hijos no tuvieron escuela planearon la salida hoy muy temprano para ir a elegir su árbol navideño, que dijo les permite salir de la cotidianidad “es un momento de convivencia familiar y además es un lugar muy bonito”.
Allí el costo del árbol se tasa por su tamaño, el pino ayacahuite tiene un precio de mil pesos cada metro de altura, y el oyamel mil 200 pesos, explicó Alberto Ángel.
El promedio de altura de sus árboles es de 1.80 a 2.50, aunque tienen de hasta 5 metros de altura, pero no son muchos.
Refirió que la semana pasada se llevaron uno de cinco metro y la familia lo pidió con todo y raíz aunque los previno de que difícilmente resisten un trasplanta en condiciones climáticas distintas a las que tuvo en los más de siete años de su desarrollo en el Ajusco, pero es a elección del cliente y tardaron dos horas en sacarlo.
"Hay gente que dice que siente feo porque piensa que al cortar el árbol lo están matando, pero del tocón vuelve brotar", dice, y muestra árboles que crecieron del corte dejado en el suelo.
Además, se hace reforestación, este año sembraron 4 mil plantas, pero entre las heladas, la sequía y las tuzas que se comen la raíz y los secan, sobrevivió la mitad.