Ciudad de México. Por unanimidad, el Senado de la República aprobó la minuta que declara el 22 de noviembre de cada año como el Día de la Comunidad Libanesa en México, como reconocimiento a las aportaciones a la economía, la cultura y el arte de ese grupo que emigró al país a fines del siglo XIX y principios del XX.
Entre aplausos, con 103 votos a favor, se avaló ese reconocimiento a la comunidad libanesa y se turnó a la presidencia de la república para su promulgación.
Las senadoras de Morena, Malú Micher, Susana Harp y Verónica Camino Farjat subieron a tribuna para reconocer, orgullosas, su origen libanés y agradecer que México haya recibido a sus abuelos y padres, que emigraron en busca de una vida mejor. Desde su escaño hizo lo mismo la panista Mayuli Latifa Simón.
Horas después, el presidente del Consejo Directivo del Centro Libanés, Daniel Karam, expresó su “mas sincero agradecimiento a las legisladoras y legisladores del Congreso de la Unión por la aprobación de ese decreto.
“No es sólo es un reconocimiento a nuestra historia y aportaciones, sino un compromiso que nos impulsa a seguir trabajando en unidad y gratitud con el pueblo mexicano.” Dijo y recalcó que “Es un homenaje a la valentía la esperanza de nuestros antepasados, quienes cruzaron océanos en busca de nuevos horizontes y encontraron un segundo hogar en esta tierra generosa. Su esfuerzo y perseverancia han tejido un lazo invaluable entre ambas culturas, la mexicana y la libanesa”
Durante la sesión, el senador del PT, Alberto Anaya, presidente de la Comisión de Asuntos Migratorios, presentó el dictamen de la minuta y destacó que se trata de una comunidad laboriosa, con mucha capacidad para integrarse al país, que se estableció, sobre todo en la Ciudad de México, Veracruz y Yucatán, que enriqueció al país con su música, su industria culinaria y de la que surgieron grandes personalidades del cine, como Mauricio Garcés, salma Hayak, escritores como Jaime Sabines y académicos y científicos.
“Sin la comunidad libanesa, la identidad mexicana que hoy conocemos no estaría completa”, comentó el senador del PRI y ex gobernador de Quintana Roo, Rolando Zapata Bello, en tanto que el vicepresidente de la mesa directiva, Jorge Carlos Ramírez Marín, expuso que “no sólo es un acto de justicia, sino de inteligencia, reconocer a quienes desde tierras lejanas llegaron a México no para recibir solamente, sino para dar”.
Expuso que en Yucatán, hablar de la emigración libanesa es hablar de transformación, de cómo el comercio cambió y de ese comercio de casa en casa se pasó a los grandes almacenes. Y de la economía del henequén se emigró a otra floreciente, que dio lugar a centros turísticos como Cancún. Recordó asimismo “los olores y sabores” que llegaron también con los libaneses para fusionarse con la comida yucateca.
Por eso, recalcó, “celebro que rindamos homenaje a esa comunidad libanesa que nos ha hecho un país mejor y que sea para siempre su signo el cedro y viva siempre el nuestro, el nopal y el maguey”.