La previsión de crecimiento económico del gobierno federal para el próximo año, de entre 2 y 3 por ciento, no es extraordinaria dados los ritmos de actividad del pasado reciente, defendió este martes el titular de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, un día antes de su comparecencia en la Cámara de Diputados para detallar el paquete económico de 2025.
La formulación de la política fiscal nos da una guía que nos pone en un rango (de crecimiento) de 2 a 3 por ciento en 2025
que no es nada extraordinario para México, cuando la expansión fue en torno a esos niveles en años anteriores, dijo en declaraciones a la radio.
Programas sociales son un factor de consumo
Destacó que Hacienda no encuentra una razón justificada para que analistas e instituciones financieras castiguen el pronóstico de crecimiento a 1.5 por ciento y ni siquiera a 2 por ciento. Esas previsiones, sostuvo, no están considerando la tasa de crecimiento de la economía y del consumo en los primeros meses de este año.
El consumo tiene un nivel de resistencia que en mi opinión, el sector de analistas no ha apreciado como tal. Ven la partida presupuestal de programas sociales como si fuera una extensión de una transferencia y listo. ¡No!, ya tiene un papel en la economía agregada como factor de consumo, y eso es lo que nos permite diferenciar el pronóstico del analista del pronóstico de Hacienda.
Señaló que la tasa de crecimiento promediada de la inversión en enero-julio de 2024 fue de 8.8 por ciento, y de 3.3 por ciento el consumo en enero- agosto de este año.
La segunda razón por la que pensamos que el pronóstico de analistas está por debajo de la que tenemos, es que nosotros vemos la reducción del déficit de 5.9 a 3.9 (por ciento del PIB), como un factor de confianza para el sector privado y esto tiene un impacto positivo en sus inversiones y en su consumo en general.
Afirmó que un déficit fiscal de 3.9 por ciento del PIB, es factible de ser asumido por las finanzas públicas y tampoco es más alto que el registrado en otros sexenios.
En 2009, durante el gobierno del panista Felipe Calderón, el déficit fiscal fue equivalente a 3.9 por ciento del PIB; en 2014, en el mandato del priísta Enrique Peña Nieto, alcanzó 4.4 por ciento del PIB para luego ajustarse a uno por ciento en 2017, según datos de Hacienda.
Con el déficit esperado de 3.9 por ciento del PIB el próximo año, hay espacio para que el gobierno federal pueda cumplir con todos los programas sociales en curso, además de los anunciados por el nuevo gobierno, así como atender gastos ineludibles, como el pago de deuda, pensiones y las transferencias a estados.