Ciudad de México. A seis años de la meta de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU y de que sólo 17 por ciento muestran avance notable, la educación pública y autónoma representa un motor de “cambio social poderoso”, aseveró el rector de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas.
En ese sentido, aseguró que la universidad nacional es un canal de movilidad social que brinda acceso a oportunidades y genera condiciones para la materialización de los proyectos de vida de los estudiantes.
Al inaugurar la edición 17 del “Diálogo por un México Social. Horizontes 2030 para el desarrollo”, el rector de la máxima casa de estudios lamentó que los avances de los objetivos planteados por la ONU “están lejos de ser suficientes”, pues más de un tercio está estancado o en retroceso.
Frente a esta situación, consideró que la investigación científica y humanística son dimensiones claves para resolver problemas nacionales y de esta forma la comunidad universitaria reafirma su vocación de contribuir al avance del conocimiento, y de profundizar en el intercambio académico con otras naciones.
“La UNAM tiene la misión de contribuir al diseño de políticas y acciones que promuevan el bienestar social. Este diálogo es una guía estratégica que articula el crecimiento económica con justicia social y sostenibilidad”, afirmó.
Debido a las crisis socioambientales, las desigualdades crecientes y las tensiones geopolíticas, las universidades están obligadas a buscar soluciones que generen condiciones de vida digna para todos.
El rector también señaló que en una época marcada por profundas transformaciones y coyunturas complejas, la globalización y las limitaciones de los modelos económicos vigentes evidencian la necesidad de replantear los preceptos de desarrollo hacia paradigmas desde una perspectiva que integre las dimensiones económicas, sociales, culturales y ambientales.
Ante este panorama, subrayó que el papel de la universidad nacional es convertirse en un agente activo y propositivo en la ediifcación de un México y un planeta con menos desigualdades, más equitativos y verdaderamente sostenibles.
Es apremiante, dijo, que como comunidad académica es fundamental que tomen conciencia de la seriedad e interconexión de los problemas económicos políticos y ambientales que enfrenta el país y la humanidad, a fin de trabajar juntos para superarlos.