Moscú. El ministerio de defensa de Rusia afirmó que la madrugada de este martes Ucrania atacó con seis misiles estadunidenses ATACMS un depósito de armamento en la región rusa de Briansk, lo cual confirma lo que se esperaba de un momento a otro ante la falta de declaraciones oficiales de Washington y Kiev en el sentido de que la Administración de Joe Biden autorizó al gobierno de Volodymir Zelensky a usar sus armas de largo alcance (hasta 305 kilómetros de distancia).
El Canciller Serguei Lavrov, que representa a Rusia en la cumbre del G20 en Río de Janeiro, afirmó desde Brasil: “El hecho de que esta noche se utilizaron varios misiles ATACAMS en la región de Briansk es una clara señal de que ellos (Estados Unidos y Ucrania) quiere escalar la guerra. Y sin los estadunidenses sería imposible emplear esos misiles de alta tecnología, como ha señalado el presidente Vladimir Putin cuando advirtió que se cambiaría nuestra postura en caso de que se diera permiso para usar armas de largo alcance hasta 300 kilómetros”.
En este sentido, hoy mismo (martes), mediante un decreto de Putin, entró en vigor la nueva versión de la Doctrina Nuclear de Rusia que define bajo qué circunstancias podría recurrir a su arsenal atómico.
Lanzamiento de misiles marca una "nueva fase de la guerra"
El canciller Serguéi Lavrov prometió que Rusia dará una respuesta acorde al disparo de misiles de largo alcance ATACMS realizado por Ucrania, al estimar que Estados Unidos está implicado en estos ataques que abren una "nueva fase" de la guerra.
Las fuerzas ucranianas dispararon este martes misiles de largo alcance suministrados por Estados Unidos contra una instalación militar en la región fronteriza rusa de Briansk, en el primer ataque desde que Kiev recibió la autorización de Washington.
"Si hay un lanzamiento de misiles de largo alcance desde Ucrania hacia el territorio ruso quiere decir que estos son operados por expertos militares de Estados Unidos. Consideramos que se trata de una nueva fase de la guerra de Occidente contra Rusia y reaccionaremos en consecuencia", declaró Lavrov a la prensa en Rio de Janeiro, después de la cumbre del G20.
El canciller aseveró que no es posible usar esos misiles "sin la ayuda de expertos y de instructores de Estados Unidos" que brindan "datos satelitales, la programación y el objetivo".
Además, consideró que el uso de los misiles ATACMS contra el territorio ruso es "una señal" de que Ucrania y Occidente "quieren una escalada".
"Es imposible usar estos misiles de alta tecnología sin los estadounidenses", insistió, al recomendar a los occidentales que "lean en su totalidad" la nueva doctrina nuclear rusa, que amplía la posibilidad de Moscú de utilizar armas atómicas en caso de un ataque "masivo" de parte de un país no nuclear, pero apoyado por una potencia nuclear, en clara alusión a Ucrania y Estados Unidos.
El presidente ruso Vladimir Putin había afirmado en septiembre que si Ucrania llegaba a atacar en profundidad el territorio ruso con misiles de largo alcance occidentales eso significaría que "los países de la OTAN están en guerra con Rusia".