Beauvais. Agricultores franceses intensificaron este lunes sus protestas contra el acuerdo comercial que la Unión Europea y Mercosur negocian actualmente, expresando sus temores de una competencia desleal. Respaldados por su gobierno, aseguran que el pacto pondría en riesgo sus medios de vida al permitir un aumento en las importaciones de productos agrícolas procedentes de Sudamérica con estándares ambientales menos estrictos.

En Beauvais, en el norte de Francia, decenas de agricultores a bordo de unos 50 tractores bloquearon la circulación antes de rodear una oficina de gobierno encargada de la aplicación de normas ambientales. Los manifestantes arrojaron estiércol y neumáticos frente al edificio y se trasladaron a la prefectura local, donde establecieron un campamento y lanzaron petardos.

“El gobierno se quedó dormido en la defensa de su agricultura, así que no los dejaremos dormir”, afirmó Régis Desrumaux, presidente del sindicato de agricultores FDSEA Oise. “El año pasado, realizamos una protesta por las mismas razones: demasiado papeleo, normas exageradamente estrictas, sin suficiente ayuda del Estado. Ahora, con la competencia desleal de los productos sudamericanos con hormonas y modificaciones genéticas, es la gota que derramó el vaso”.

Armelle Fraiture, de 25 años, quien hace unos meses tomó las riendas de la granja de su familia con 300 cabezas de ganado en la región de Beauvais, expresó su preocupación ante la posibilidad de que los productos de carne de res sudamericanos lleguen al mercado francés.

“Mi pareja y yo queremos hacer esto por el resto de nuestras vidas, pero en estos momentos nuestra granja no nos deja muchas ganancias”, comentó Fraiture, representante de Jeunesse Agricole Oise —un sindicato local para jóvenes agricultores. “Siento que el panorama es sombrío y que no se respeta nuestro trabajo”.

En otros lugares, los manifestantes quemaron ramas de viñedos en Burdeos y bloquearon el “Puente de Europa” en Estrasburgo. El FNSEA, uno de los principales sindicatos agrícolas de Francia, informó que el lunes se llevaron a cabo más de 85 manifestaciones en todo el país.

Los promotores del acuerdo comercial argumentan que el pacto impulsaría significativamente los lazos económicos entre Europa y Sudamérica al eliminar aranceles sobre las exportaciones europeas, particularmente en cuestiones como maquinaria, químicos y automóviles, mejorando así el acceso al mercado y creando oportunidades lucrativas para las empresas europeas.

La Unión Europea y el bloque comercial de Mercosur, integrado por Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y Bolivia, alcanzaron un acuerdo inicial en 2019, pero las negociaciones se han visto obstaculizadas debido a la oposición de los agricultores y algunos gobiernos europeos, especialmente Francia.

“Es inaceptable tal como está”, expresó el ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Noël Barrot.

Pero las manos de Francia podrían estar atadas.

Existen preocupaciones de que el pacto pueda finalizarse durante la cumbre del G20 de esta semana en Brasil, o en las próximas semanas. Se podría concretar un acuerdo parcial —con muchos de los aspectos que molestan a los agricultores franceses— a pesar de sus objeciones, ya que Francia no tiene poder de veto.

Otros países, como Alemania y España, desearían un acuerdo más amplio con sus contrapartes sudamericanas.

“Hay una cierta mitología en torno a Mercosur”, dijo el ministro español de Agricultura, Luis Planas Puchades, quien alegó que había más en juego aparte de la agricultura.

“¿A la Unión Europea le interesa en estos momentos encerrarse sobre sí misma?”, preguntó antes de una reunión ministerial de agricultura de la UE el lunes. “¿O le interesa en este contexto geopolítico que estamos viviendo, y particularmente después de las elecciones norteamericanas, el ampliar la red de nuestros acuerdos comerciales con terceros países para mantener también nuestra influencia económica y comercial? Yo creo que la respuesta es muy clara”.

Al frente de las nuevas protestas en Francia hay sindicatos que se oponen a disposiciones como las importaciones libres de aranceles a la carne de res, productos avícolas y azúcar, las cuales, según ellos, crean una competencia desleal. Coordination Rurale, un sindicato vinculado con la extrema derecha, ha prometido una “revuelta agrícola”, incluyendo bloqueos al transporte de alimentos a partir del martes en Auch y Agen, en el suroeste de Francia.

A principios de este año, los agricultores realizaron protestas en toda Francia y en otras partes de Europa, con bloqueos en carreteras y edificios para manifestarse en contra de las regulaciones de la UE y problemas financieros, exigir políticas agrícolas más justas y oponerse al acuerdo comercial.

La ministra de Agricultura de Francia, Annie Genevard, se ha opuesto públicamente al acuerdo comercial entre la UE y Mercosur, argumentando los riesgos de deforestación y preocupaciones de salud vinculadas a la carne tratada con hormonas.

El presidente Emmanuel Macron también ha criticado el acuerdo a menos que los productores sudamericanos cumplan con los estándares de la UE.

Los agricultores dicen que están aún más frustrados debido a una auditoría de la Comisión Europea que resaltó el uso de hormonas en las exportaciones de carne de res brasileña. Sus manifestaciones tienen como objetivo presionar al gobierno francés y a los funcionarios de la UE para bloquear o renegociar el acuerdo.