Fin de semana, pago de quincena y el Buen Fin, coinciden y abonan a la fiebre consumista que continúa este domingo. 

Desde el viernes al iniciar la campaña y día que suele ser de mayor afluencia de automóviles y personas en la Ciudad, se produjeron congestionamientos viales, escasez de transporte, especialmente de taxis y otros problemas de tránsito además de que miles de capitalinos abarrotaron plazas comerciales, supermercados y otros establecimientos.

El ejecutivo de una tienda departamental explicó que en realidad la gente suele acudir, durante el Buen Fin,  varias veces a las tiendas: primero, para conocer las ofertas y precios de mercancías; después para ir directamente a comprarlas en donde las vio.

Viernes y sábado la gente que entraba a comprar a las tiendas o salía de ellas luego de hacer sus compras producía aglomeraciones en los transportes públicos en esas zonas como podía observarse afuera de grandes plazas comerciales, Acoxpa y en calles muy concurridas del la Ciudad cono avenida Juárez, este domingo muchos capitalinos aprovecharon su día de descanso para darse una vuelta a los grandes almacenes en busca de aparatos electrónicos como pantallas, aspiradoras y otros. 

El fin de semana los problemas fueron mucho peores para personas discapacitados o de edad avanzada, que tenían que trasladarse  en taxi de ida y de vuelta a esos lugares.

El día 15 el señor Gómez estaba de visita en casa de unos familiares también de la tercera edad, además de qué tenía necesidad de hacer algunas compras en un centro comercial, se pasó tres horas desde las cuatro de la tarde tratando de conseguir por teléfono, un taxi en sitios y  centrales de radio taxi, en vista de qué era imposible conseguir uno de esos taxis tuvo que recurrir a un truco: pidió a un sitio de radio radio taxis  una unidad que lo llevara a la terminal taxqueña de autobuses foráneos, servicio que si se le proporcionó y que cuesta más, desde ese lugar de traslado al metro de Tasqueña hasta la estación Xola y luego en Metrobus hasta el centro comercial Plaza Delata, en Obrero Mundial y Cuauhtémoc, el recorrido le resultó largo, costoso y cansado además debido al gran tránsito de vehículos en la zona dos veces estuvo a punto de ser arrollado una de ellas por un automóvil y la otra por una motocicleta que circulaba gran velocidad.

La fiebre consumista se propagó no solo en los grandes centros comerciales sino en todo tipo de negocios un taxista comentó que ese viernes un hojalatero le ofrecía sus servicios “con un fabulosos descuento del 5 por ciento que no entusiasmó al conductor”.

Pero ese era el ambiente en muchas partes de la Ciudad, también en los lugares donde prolifera el ambulantaje se podría percibir mayor concurrencia en los puestos callejeros para las personas que hacían sus compras en lugares muy modestos. 

Sin embargo también había gente ajena a la campaña comercial como una señora que no entendía la razón del gran tráfico vehicular y las aglomeraciones que se registraban ese fin de semana.