En el primer día de El Buen Fin, miles de capitalinos acudieron a locales del Centro Histórico y plazas a buscar ofertas y promociones, como los descuentos que se ofrecían desde 10 y hasta 70 por ciento.
Corredores comerciales del primer cuadro de la ciudad, como la calle peatonal Madero, la semipeatonal 16 de Septiembre, al igual que 20 de Noviembre y Pino Suárez, lucieron concurridos, con personas que entraban y salían de los establecimientos en los que se anunciaban ofertas con carteles, en tanto que plazas populares compitieron por atraer a los potenciales clientes, entre ellas la del Nuevo Volador, en la esquina de República de Uruguay y José María Pino Suárez, de cuya fachada pendía una gran lona en la que anunciaba el fin de semana más barato
, con descuentos de 60, 50 y 40 por ciento en artículos seleccionados.
Sobre Madero, Lucía Ramírez y su hijo Roberto esperaban afuera de una tienda de calzado, ropa y accesorios deportivos donde su hija y hermana, Cristina, entró a preguntar por algunas prendas, entre gritos de tarjeteros de la plaza de los lentes y el altavoz de un almacén de productos chinos que ofrecían promociones de 3 por 2.
Llegaron de Azcapotzalco en búsqueda de tenis para ambos, aunque dijo que era una compra que ya tenían prevista, al coincidir con El Buen Fin, por lo que se dijo satisfecha tras haber conseguido descuentos de 50 por ciento en los productos que adquirió en el local de la diosa griega de la victoria.
En Parque Delta, encargados de tiendas señalaron que después del mediodía el complejo comenzó a tener una afluencia mayor a la usual para un viernes de quincena.
Andrea llegó desde Iztapalapa con un grupo de amigas para aprovechar las rebajas, dijo que ahorró 4 mil pesos tras comprarse algunas prendas de vestir.
Por la tarde, algunos establecimientos, principalmente de telefonía, ropa y calzado con descuentos de 25 a 70 por ciento en productos seleccionados y con meses sin intereses estaban concurridas, algunas más que otras, mientras la sección de telefonía de Liverpool tenía una fila de 50 personas; afuera, en uno de los pasillos, la tienda de ropa para caballero Men’s Fashion lucía desierta a pesar de ofrecer descuentos de 10 a 50 por ciento, según el número de prendas.