Resulta positivo que la nueva administración reconozca la necesidad de disminuir el déficit público —la diferencia entre los ingresos y los egresos— y comiencen a trazar la ruta para ejecutar una consolidación fiscal, afirmaron analistas del sector financiero al comentar sobre la presentación del primer Paquete Económico del gobierno de Claudia Sheinbaum.
También dieron visto bueno al hecho de que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) haya publicado explícitamente su plan para que Petróleos Mexicanos (Pemex) cumpla con todas sus obligaciones de pago de deuda.
No obstante, consideraron que las proyecciones de crecimiento presentados por la nueva administración son optimistas.
“El Paquete Económico 2025 se caracteriza por el inicio de un proceso gradual de una consolidación fiscal. Un menor déficit fiscal promoverá una mayor estabilidad en el cociente de deuda pública a PIB en el futuro, pero el supuesto optimista de crecimiento económico nos hace prever que el déficit fiscal terminará siendo algo más alto que el presupuestado”, dijo BBVA en un análisis realizado por su área de estudios económicos.
Indicó que la señal de gradualismo en el proceso de consolidación fiscal, sumada a la de que el gobierno se va puede plantear pronto la implementación de una reforma fiscal son dos aspectos positivos.
“Es también positivo que se vuelva a tener un apoyo explícito para asegurar que Pemex podrá cumplir con sus obligaciones financieras en 2025. Dicho esto, en nuestra opinión habría sido más positivo plantear un déficit fiscal algo mayor con un supuesto más moderado de crecimiento económico”, argumentó BBVA.
Detalló que ante la previsible fragilidad en las finanzas públicas en los próximos años por las presiones derivadas de los programas sociales, el continuo apoyo a Pemex, el deterioro de la infraestructura debido a la falta de mantenimiento, el costo financiero de la deuda y el pago de pensiones públicas, será necesario que el siguiente gobierno federal diseñe e implemente una reforma fiscal que aumente los ingresos tributarios.
“Preocupa también la reducción en el presupuesto en los rubros de educación y salud, que son los que más pueden contribuir a mejorar el nivel de vida de la población en el largo plazo. La reforma fiscal es también necesaria para revertir estas reducciones, considerando el reducido espacio fiscal que ahora tiene el gobierno. La señal de que es un tema que ya se ha discutido y para el que se planean dar pasos es positiva”, precisó BBVA.
Y mencionó que “ sería aún más deseable que esta reforma fuera de gran calado, buscara reducir la informalidad y contemplara una mayor eficiencia en la ejecución del gasto público”.
Por su parte, el área de estudios económicos de Citibanamex difundió una nota especial en la cual calificó como bueno “el reconocimiento implícito de la necesidad de bajar el déficit público… Aunque no se admite explícitamente la tendencia de deterioro de las finanzas públicas de los años recientes y las consecuencias que esto implica, sí se menciona que estas se gestionarán con prudencia, y que para mitigar riesgos económicos se reducirá el déficit”.
“Lo malo son los supuestos optimistas y los sacrificios para la consolidación fiscal… Lo feo es que la deuda seguirá aumentando con las implicaciones que eso conlleva”, argumentó Citibanamex.
Añadió que es difícil anticipar si esta contendrá o no una reforma fiscal, pero se prevé que, si existe un compromiso real con la sostenibilidad de las finanzas públicas, así tendría que ser.
"Si bien la decisión de posponer el anuncio de una posible reforma fiscal este año permite cumplir un compromiso de campaña, se tiene el costo de falta de información para los agentes económicos. En este sentido, estimamos que las variables de riesgo país se mantendrán elevadas y que las agencias calificadoras seguirán cambiando la perspectiva para la deuda soberana de estable a negativa”, agregó Citibanamex.
