Madrid. Begoña Gómez, esposa del presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, compareció ante la comisión de investigación que está realizando el Parlamento regional madrileño para investigar su papel en la coordinación de una cátedra en la Universidad Complutense y que está siendo investigada por la justicia española por los presuntos delitos de corrupción en los negocios y tráfico de influencias.
Gómez se acogió a su derecho a no declarar por su situación procesal, pero sí afirmó que “desde hace 25 años trabajo en consultoría y docencia. He coordinado equipos, he dirigido proyectos, he asesorado más de medio centenar de profesiones en el sector privado y en el tercer sector. Hace doce años que inicié una colaboración con la Universidad Complutense de Madrid como codirectora de un máster de títulos propios para formar a profesionales especializados en proyectos sociales y de sostenibilidad. Es en 2020 cuando esta colaboración se amplía con la creación de una cátedra extraordinaria, que es una práctica habitual dentro de las universidades públicas. Además, no remunerada”, señaló, tras tildar las acusaciones en su contra de “bulos” y advertir que “más pronto que tarde la verdad pondrá las cosas en su sitio”.
Además, el juez instructor del caso, Juan Carlos Peinado, decidió citarla a declarar para el próximo 18 de diciembre y permitir así que viaje a la reunión del G-20 en Brasil, después de haber sido solicitado por sus abogados defensores. Con esta decisión, el magistrado desestimó las peticiones de las acusaciones particulares, que son grupos y partidos de extrema derecha, que habían solicitado la retirada de su pasaporte.