“Sepan que hagan lo que hagan, no van a hacerme callar. No fui ni seré nunca mascota del poder” fue la expresión contundente de la las dos veces ex presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, quien difundió ayer una carta en las redes sociales, en el marco de una fuerte tensión política ya que la Cámara Federal de Casación deberá decidir hoy si mantiene la condena a seis años de prisión, o proscribirla impidiéndole desempeñar cargos públicos, en base a una causa falsa por supuestos cobros de coimas (sobornos) en una obra pública, que nunca se pudo comprobar.

“Desde muy joven he militado en el peronismo y trabajado para lograr una Argentina más justa y más humana, y una Nación que construya Patria. ¿Y saben qué? Pienso seguir haciéndolo”, sostuvo la exmandataria. También habló de la “imparcialidad” de los jueces que están a cargo de su caso y los vinculó con los intereses de los grandes medios como La Nación y el Grupo Clarín, señalándolos de formar parte de un entramado de poder que intenta su proscripción política.

En su mensaje recordó la portada del periódico Clarín sobre el intento de magnicidio del que fue víctima el 1 de septiembre de 2022 que decía “La bala que no salió y el fallo que sí saldrá”, adelantando la decisión de los jueces, ligados al ex presidente Mauricio Macri (2015-2019), que la condenaron sin prueba alguna cinco días después. La pregunta era ¿cómo sabía Clarín que el fallo “no iba a fallar”.

Hablando hoy en el sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor de Argentina (SMATA) Fernández de Kirchner dijo tener “muy en claro por qué me persiguen, no es nada nuevo. En el peronismo la persecución no es nada nuevo. Estamos acostumbrados a eso. Lejos de amedrentarnos o hacernos retroceder nos hace mucho más fuertes”.

En esta causa también se condenó sin pruebas a otros ex funcionarios del gobierno en un escándalo del llamado Partido Judicial, que se impuso durante el gobierno del ex presidente derechista Macri, con asesoría de la embajada de Estados Unidos.

Fernández de Kirchner no asistirá a la audiencia pública de hoy en la que se anunciará anunciar la resolución, lo que nunca se hace, por lo cual la ex mandataria lo calificó como un “show”; tampoco lo harán sus abogados, que tienen la opción de presentar el caso ante la Corte Suprema de la Nación.

En tanto el próximo 17 de noviembre la ex mandataria, asumirá la presidencia del Partido Justicialista (peronista), en un acto del único partido importante a nivel nacional y de oposición que existe en el país.

Ayer en la sede de Smata también habló Cristina de la necesidad urgente de “reconstruir un entramado social y político que finalmente haga retornar al país a sus mejores épocas”.

En un mensaje dirigido al gobierno del supuesto “libertario” el ultraderechista Javier Milei que se automanifesta como “el padre de la modernidad”, Fernández de Kirchner sostuvo: “no nos vengan a contar ninguna película. Están contándole a los argentinos una película que no existe y eso sí es ficción pura”.

En tanto los que protestarán contra esta “falsificación de la justicia”, lo harán presentando una clase pública sobre lawfare (la judicialización de la justicia) utilizado para la persecución política, delante de los tribunales.

La ex mandataria es hasta hoy la líder más perseguida en la historia nacional, desde que era Senadora en los tiempos del gobierno del ex peronista Carlos Saúl Memen (1989-1999) a quien se enfrentó en solitario.

Luego en el tiempo que comenzaba a predominar el discurso del odio, cuando era vicepresidenta en el gobierno de Alberto Fernández 2019-2023 sufrió un intento de magnicidio, que conmovió al mundo entero, y que esta justicia respondiendo a intereses ajenos mayoritariamente, aún no ha juzgado hasta hoy.

Algunos de los poderosos personajes que financiaron y asesoraron este intento de magnicidio, como la familia Caputo y otros que acompañaron el gobierno de Macri, ahora están en la primera línea de la administración de Milei.

Ayer el gobernador de la provincia de Buenos Aires Axel Kicillof,en Conferencia de prensa denuncio que “todo lo que se va a decir el miércoles (en tribunales) nunca ocurrió, no existió. Estos juicios truchos (falsos) buscan generar disciplinamiento y persecución” y defendió a Fernández de Kirchner y afirmó que esta causa es un caso de “persecución político- judicial” para proscribirla, sumándose a las denuncias de varios dirigentes importantes.

La causa contra Fernández de Kirchner es “una mezcla inescrupulosa, ilegítima e ilegal de medios de comunicación concentrados, políticos y un sector muy chiquito, pero lamentablemente muy poderoso, de la justicia argentina que empujaron el martillo sobre la cabeza de la democracia”, dijo a su vez el Ministro bonaerense de  Justicia y Derechos Humanos  Juan Martín Mena.

Frente a este nuevo y peligroso avance de una justicia, abiertamente comprometida con los grupos concentrados del poder económico y de los medios masivos de comunicación, se denunció ayer que la Cámara que resolverá sobre esta causa recibió la visita de un grupo de altos funcionarios del Departamento de Justicia de Estados Unidos. Una extraña coincidencia.