Deir Al-Balah. Ataques israelíes mataron a decenas de personas el domingo en Líbano y el norte de la Franja de Gaza, donde el ejército emprendió una amplia ofensiva desde hace más de un mes que, según grupos de ayuda, ha empeorado aún más la crisis humanitaria en el enclave.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que ha hablado tres veces con Donald Trump desde las elecciones del martes y que “están de acuerdo con respecto a la amenaza iraní y todos sus componentes”. El presidente de Israel, Isaac Herzog, tiene previsto reunirse con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el martes.
Un ataque aéreo israelí mató al menos a 23 personas en la aldea de Aalmat, al norte de Beirut, lejos de las zonas del sur y el este del Líbano donde el grupo político paramilitar Hezbollah tiene una presencia importante. El Ministerio de Salud dijo que otras seis personas resultaron heridas. No hubo comentarios israelíes de inmediato.
En el norte de Gaza, un ataque israelí contra una casa que albergaba a personas desplazadas en Jabaliya mató al menos a 17 personas, según el director el hospital que recibió los cuerpos.
El doctor Fadel Naim, director del hospital Al-Ahly en Ciudad de Gaza, dijo que entre los fallecidos hay nueve mujeres, y que se prevé que la cifra aumente a medida que continúan las labores de rescate.
El ejército señaló que había dirigido el ataque a un lugar en Jabaliya donde operaban milicianos, sin proporcionar evidencia. Señaló que los detalles del ataque están siendo revisados.
Las fuerzas israelíes han cercado y aislado en gran medida a Jabaliya y las localidades cercanas de Beit Lahia y Beit Hanoun durante el último mes, y sólo han permitido el paso a cuentagotas de ayuda humanitaria. Cientos de personas han muerto desde que comenzó la ofensiva el 6 de octubre, y decenas de miles han huido a la cercana Ciudad de Gaza.
El viernes, expertos de un panel que monitorea la seguridad alimentaria dijeron que es inminente que haya hambruna en el norte o podría ya estar ocurriendo. La creciente desesperación surge a medida que se acerca el vencimiento del plazo de un ultimátum impuesto a Israel por el gobierno del presidente estadunidense Joe Biden, con el fin de que aumente el nivel de asistencia humanitaria permitida en Gaza, o de lo contrario se arriesgue a sufrir posibles restricciones en la financiación militar que le da Washington.
La tercera parte de la Franja de Gaza, en el norte, fue el primer objetivo de la invasión terrestre de Israel y ha sufrido la destrucción más severa de la guerra de 13 meses, la cual se desató por el ataque de Hamas en el sur israelí. Al igual que en otras áreas de Gaza, Israel ha vuelto a enviar fuerzas después de operaciones repetidas, bajo el argumento de que los combatientes de Hamás se han reagrupado.
El ejército dice que sólo apunta a milicianos, a quienes acusa de esconderse entre civiles en hogares y refugios. Los ataques israelíes a menudo matan a mujeres y niños.
La guerra comenzó cuando combatientes encabezados por Hamás hicieron agujeros en la valla fronteriza y asaltaron el sur de Israel el 7 de octubre de 2023. Mataron a unas mil 200 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 250. Unos 100 rehenes aún están dentro de Gaza, de los cuales se cree que una tercera parte han muerto.
La ofensiva de Israel ha matado a más de 43 mil palestinos, según autoridades sanitarias locales, que no distinguen entre civiles y combatientes en su recuento. Sin embargo, sí dicen que más de la mitad de las fatalidades fueron mujeres y niños.
El bombardeo israelí y las invasiones terrestres han dejado amplias áreas de Gaza en ruinas y han obligado a desplazarse a aproximadamente el 90 por ciento de la población de 2,3 millones de habitantes, a menudo varias veces. Cientos de miles de personas viven en campamentos de tiendas abarrotados, con pocos o ningún servicio público, y sin idea de cuándo podrán regresar a sus hogares o reconstruir.
Las conversaciones de alto el fuego mediadas por Estados Unidos, Qatar y Egipto se han estancado repetidamente desde el comienzo del año.
Qatar, que ha sido un mediador clave con Hamas, dijo el fin de semana que había suspendido sus empeños y únicamente los reanudaría cuando “las partes muestren su disposición y seriedad para poner fin a la guerra brutal y al sufrimiento continuo de los civiles”.