Chilpancingo,Gro. Cientos de pobladores de Chautipan, comunidad ubicada en la sierra de Chilpancingo, acompañaron a los deudos de los 11 comerciantes –reportados como desaparecidos y localizados sin vida el 6 de noviembre–, que fueron sepultados ayer en el panteón local. Con dolor y coraje reclamaron a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo que continúe con la búsqueda de otras seis personas que siguen extraviadas.
Al velorio y al sepelio no acudió ningún representante de los tres niveles de gobierno, ni de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, pese a que hay seis viudas y 14 huérfanos.
En Chautipan, de unos 500 habitantes, convergen tres religiones: la Católica, la Luz del Mundo, y la Pentecostés, por lo cual hubo tres ceremonias distintas, pero con el mismo dolor.
A unos tres kilómetros del pueblo, una retroexcavadora cavó siete fosas, pues según contó un vecino dos de cuatro familias de los difuntos pidieron que fueran enterrados en dos ataúdes, dos cuerpos por caja
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Los seguidores de la religión la Luz del Mundo colocaron las cajas de madera y metal en mesas que estaban en el patio de tierra de un predio de la comunidad, y pusieron flores; un joven con su guitarra entonó cantos religiosos. Las familias de tres difuntos se los llevaron a su hogar.
Después, los féretros fueron colocados en camionetas con rumbo al panteón, ante la mirada incrédula de la gente que acompañó a los deudos. No hubo consignas de ningún tipo. Poco después de las 14:30 horas concluyó el cortejo fúnebre.
El coordinador del sepelio manifestó el sentir del pueblo de Chautipan y destacó que interpondrán la denuncia por la desaparición de otros seis comerciantes.
Insisten en que localicen vivos a otros 6 vendedores
Queremos encontrarlos vivos, ya lo hemos pedido a la presidenta Claudia Sheinbaum y a la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado; el problema es que no hemos tenido comunicación con ellas
, declaró.
Las instancias de gobierno, acusó, sólo les han llamado para pedirles sus números telefónicos. La verdad sentimos que nos están haciendo a un lado; aquí en este pueblo vive gente muy pobre, dejaron a sus familias, y, ¿qué pasó con nuestros compañeros?, pues la muerte
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El pueblo se dedica al campo, algunos buscan trabajo en Chilpancingo, Jaleaca de Catalán, en la albañilería. Todos buscan el sustento porque aquí no hay empleo; sólo 50 personas reciben recursos del programa Sembrando Vida; lamentablemente 11 regresaron sin vida, por eso estamos indignados y molestos con el gobierno, porque no ha hecho caso a nuestra petición
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Una mujer solicitó que se siga buscando a sus tres hermanos: Marco Antonio, Javier y Pedro Ismael Barrera Millán. Pido a la Presidenta enviar a los soldados para encontrarlos, que no vaya a cerrar el caso
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Sus hermanos, narró, iban rumbo al poblado El Epazote, municipio de Chilapa de Álvarez, en la Montaña baja. “Pedro me habló el mismo día (21 de octubre), que ya estaba en El Epazote, que ahí iba a empezar a vender. Me dijo: ‘carnala, yo ya ando aquí vendiendo, a las 5 de la tarde te marco’, y ya no lo hizo, desde ese momento perdimos la señal”.
Los días 21 y 22 de octubre pasado 17 vendedores de utensilios desaparecieron cuando se dirigían a Chilapa de Álvarez y a Tlanicuilulco, municipio de Quechultenango.
Los retuvieron Los Ardillos
Una fuente de la 35 Zona Militar reveló que las 17 personas desaparecidas de Chautipan fueron retenidas por presuntos integrantes del grupo delictivo Los Ardillos, el cual opera en esa región de la Montaña baja de Guerrero.
La masacre de los 11 comerciantes no es el primer caso de violencia que se comete en la entidad, desde 2014, la disputa de territorios entre Los Rojos y Los Ardillos han dejado una estela de crímenes.
El 27 de noviembre de 2014, 11 personas decapitadas fueron descubiertas en un camino de terracería de Chilapa de Álvarez.
El 5 de noviembre de 2017, siete hombres desmembrados fueron hallados en bolsas de plástico en la colonia Las Margaritas, a la salida de Chilapa. El 30 de enero de 2018, siete cuerpos segmentados fueron dejados en bolsas negras, en la colonia Los Maestros.
El 17 de enero de 2020, integrantes del grupo musical Sensación, fueron asesinados e incinerados cuando regresaban del pueblo de Tlayelpan de una fiesta patronal.
Los músicos eran miembros de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias Policía Comunitaria de los Pueblos Fundadores. Entre 2022 y 2023 se cometieron delitos similares en esa región atribuidas a los grupos criminales.