Madrid. El FC Barcelona perdió (1-0) este domingo en su visita a la Real Sociedad en la jornada 13 de LaLiga EA Sports celebrada en el Reale Arena, mérito sin duda del gran partido 'txuri-urdin', que se reivindicó frenando a la máquina de Hansi Flick.
Los de Imanol Alguacil respiraron a los 13 minutos cuando los dedos del pie de Robert Lewandowski en posición de fuera de juego dieron la alerta en el posible 0-1. El tanto del polaco no subió al marcador y el único regalo quizá de la Real en el partido no lo castigó el conjunto culé para mandar ya desde el inicio.
El equipo vasco, en su objetivo de mejorar en las áreas, se libró de esa y abrió la lata pasada la media hora con Sheraldo Becker. Fue el Barça el que falló atrás en el gol, con un balón de Iñaki Peña sin destino y un resbalón de Pau Cubarsí y la Real, con un Take Kubo desatado, no lamentó las buenas ocasiones que tuvo para sentenciar.
Alguacil lo logró, encontró la manera de castigar la defensa adelantada del técnico alemán, e hizo daño con Becker entrando desde segunda línea. Además, en defensa, la Real se dejó la piel para controlar a un Barça mucho menos productivo de lo que venía siendo. La baja de última hora de Lamine Yamal, por un golpe que venía arrastrando desde la Champions contra el Estrella Roja, metió más gente por dentro, con Fermín, y menos profundidad.
Tras 29 goles en los últimos siete partidos desde su derrota ante Osasuna, el líder de la Liga, que da opción a Real Madrid a acercarse, a seis puntos con un partido más, se lamentó en exceso de la que no subió de Lewandowski. El olfato del polaco apareció una vez más, pero su bota le traicionó. Empezaba entonces a llover en San Sebastián y a la Real iba con pinturas de guerra.
Take Kubo, in crescendo esta campaña, dio salida y aire a los suyos, aunque el gol llegó antes incluso que el futbol, con Becker con el antídoto para no caer en fuera de juego como tantos otros lo hicieron antes contra el Barcelona. El japonés dejó media docena de grandes jugadas pero el segundo local se resistió, sobre todo en una gran combinación que desaprovechó Mikel Oyarzabal.
Perdonó la Real y lo volvió a hacer a los pocos segundos de la reanudación, por medio de Becker. El Barça sin duda no parecía temible y la acumulación de errores dio aún más energía a los de Alguacil. Cubarsí rozó el poste en un cabezazo y los catalanes vivieron de los destellos de Dani Olmo, refuerzo al descanso, pero al peso mereció ganar de goleada el equipo vasco.
Casi en propia puerta de Zubimendi llegó el tanto azulgrana, pero la Real resistió, con cuatro cambios de golpe, ante un Barça que echó de menos a Lamine Yamal y que encontró su criptonita 'txuri-urdin'. Los de Alguacil cumplieron con su objetivo de reivindicarse, de dar una alegría a su afición, para confiar en que la temporada puede ser igual de buena que las anteriores, de momento ya con la zona europea a tiro en la tabla, mientras los de Flick se van al parón por selecciones con la euforia rebajada.