Ciudad de México. La exclusión financiera sigue siendo una realidad en México; casi la mitad de la población adulta aún no cuenta con una cuenta bancaria y nueve de cada diez personas no tienen acceso a una tarjeta de crédito, destacó Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Al participar en la presentación del Estudio de competencia y libre concurrencia en los servicios financieros digitales de la Comisión Federal de Competencia (Cofece), explicó que la falta de conectividad, el uso extendido del dinero en efectivo y la necesidad de fortalecer la educación financiera son barreras que impiden la inclusión.
Expuso que durante la segunda parte del siglo pasado, la penetración de los servicios financieros en la población mexicana experimentó un crecimiento significativo, aunque desigual.
“A partir de los años setenta y ochenta, con la expansión de sucursales y la introducción de cajeros automáticos, los servicios bancarios comenzaron a llegar a más zonas rurales y a sectores de menores ingresos”, comentó.
“Sin embargo, factores como las crisis económicas y la informalidad laboral limitaron una mayor penetración, dejando retos importantes para alcanzar una verdadera inclusión financiera en todo el país al final del siglo”, agregó.
El funcionario aseguró que actualmente las tecnologías financieras o fintech representan un nuevo capítulo en el desafío de inclusión financiera, especialmente por el potencial que representan.
“Al reducir los costos de acceso y facilitar transacciones rápidas y seguras, las fintech permiten que los usuarios encuentren soluciones adaptadas a sus necesidades y capacidad económica”, manifestó Ramírez de la O.
“Esta flexibilidad es esencial en un país donde el acceso tradicional a sucursales y cajeros automáticos aún es insuficiente, y el presupuesto federal es limitado”, expresó.
Aseguró que es necesario lograr que la competencia, la tecnología y la innovación financiera se conviertan en motores de desarrollo social y que la SHCP está comprometido en promover cambios regulatorios que fomenten una competencia justa, que protejan a los usuarios y que brinden las condiciones para que las empresas fintech puedan prosperar y contribuir al bienestar económico del país.
El secretario recordó que en la administración anterior se intensificaron los esfuerzos para impulsar la bancarización mediante la creación y expansión de programas sociales, canalizados a través del sector financiero.
Dijo que las iniciativas se acompañaron de inversiones significativas en el Banco del Bienestar y Financiera del Bienestar, con un enfoque prioritario en alcanzar las regiones más apartadas y de difícil acceso.
“No obstante, el desafío de lograr la digitalización y la inclusión financiera de todos los sectores de la población continúa siendo una de las tareas más importantes por atender en la actualidad”, reiteró.
Aseveró que México ha desarrollado una tradición financiera muy importante desde la creación de las primeras instituciones bancarias durante el siglo 19, la creación de instituciones como el Banco de México en 1925 y la banca de desarrollo en las décadas de 1930 y 1940.