Ciudad de México. En 2050 la mayor parte del combustible de los aviones de Aeroméxico será menos contaminante respecto al actual que deriva del petróleo, informó Karen Farías, directora de Ambiental, Social y Gobernanza de Aeroméxico.
En un taller con medios de comunicación, expuso que actualmente 1.6 por ciento del energético que utilizan los aviones de la firma para funcionar son SAF, un término que se usa para referirse a los combustibles sostenibles de aviación. Para 2030 se espera que la proporción suba a 5 por ciento y se vaya ampliando a 2050.
La directiva explicó que los SAF tienen el mismo efecto contaminante cuando ya son utilizados en el avión, sin embargo, es en el proceso de elaboración cuando generan 90 por ciento menos de daños al medioambiente en comparación con los combustibles derivados del petróleo, ya que los SAF se derivan de las plantas.
Comentó que los SAF son aproximadamente cinco veces más costosos que los combustibles fósiles, pero que hay países que están solicitando a las aerolíneas que eleven el uso de SAF para poder aterrizar en sus aeropuertos.
En el caso de Aeroméxico, Francia le solicita ese 1.6 por ciento actual para poder aterrizar en el Aeropuerto Charles de Gaulle.
Farías mencionó que a nivel sector, se han dado pláticas con las autoridades financieras mexicanas como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Secretaría de Energía (SE) para encontrar mecanismos con los que se logre un mayor uso de SAF.
“Hay una estrategia de suministro para el corto, mediano y largo plazo (…) hay una coalición para tener un avance regional, para acelerar el tema de producción. El desafío es importante”, manifestó.
En el evento, Christian Pastrana, director de Relaciones Públicas y Comunicación corporativa de Aeroméxico, fue cuestionado sobre la inversión para alcanzar el mayor uso de SAF, a lo que respondió que desde 2021, la empresa ha invertido 5 mil millones de dólares en flota y tecnología, lo que permite que los aviones nuevos estén habilitados para cuidar el medio ambiente. Sin embargo, la inversión continuará en los siguientes años, agregó.
Los directivos destacaron que la empresa cumple con las regulaciones de medio ambiente, sostenibilidad y gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) en los países en los que opera.
“Anticipamos las necesidades del futuro, como es la economía baja en carbono”, concluyó Karen Farías.