Como Paula Haro, mi hija, vive en Mérida hace más de 25 años y Luna, su hija de 18, nació allá, amo a Mérida y los visito cada año. ¡Qué cielo, qué limpieza en las calles, qué pureza en el aire!
, exclamo al tomar el Paseo Montejo, amplio y despejado. Hoy, en Ek Balam, bastante alejado de Mérida, me aborda un hombre de pantalón blanco y sombrero de palma, que al tenderme la mano se presenta:
–Yo soy Jerónimo Aguilar, presidente municipal de Ek Balam. Mire, es-cri-to-ra (¡híjole, qué halagada me siento!), vengo a dar seguimiento a una solicitud que se hizo desde el gobierno anterior, el de López Obrador, en el que pedimos un gran parador turístico para entrar a las ruinas de Ek Balam, nuestro sitio arqueológico. También pedimos la urbanización del pueblo. Esa solicitud que se hizo en el cierre de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, solamente cumplió con el parador turístico que empezamos a construir a unos metros de Ek Balam, pero todos queremos darle continuidad a la urbanización de todo el pueblo, porque, a pesar de que está a 700 metros de la zona de turismo, está muy abandonado, marginado y pobre…
–Yo lo veo precioso…
–Porque todo lo ve bonito, pero mire, la gente aquí es muy humilde; por eso yo vengo como presidente del municipio de Temozón, comisaría de Ek Balam, a solicitar que se dé seguimiento a la urbanización del pueblo. Queremos tener una plaza central, un anfiteatro para el juego de pelota y un estacionamiento en la parte céntrica del pueblo. También necesitamos un centro de salud.
–¿Cuántos habitantes son?
–Como 800…
–¿Hay escuela para niños?
–Sí, se llama 5 de Mayo.
–¿Cuántos alumnos asisten?
–Son como 100 y cinco maestros, que viven en pueblos circunvecinos y llegan a dar clase a los niños cuando pueden, pero no de lunes a viernes. Solicitamos un área de recreo infantil y un taller de artesanías…
–¿Qué artesanías tienen?
–Hacemos hamacas, bordados y tallados en madera.
–¿Qué representa la artesanía en la vida económica del pueblo?
–Es el origen de Ek Balam, la historia del pueblo y todo lo que ofrece la zona arqueológica, los personajes que están en la pirámide y que nosotros tallamos en madera para vender a los turistas. Hay una madera que se llama chakáj, especial, que sólo se da en nuestra zona y se deja tallar muy bonito. Hay otros tipos de artesanía como la de quienes tejen hamacas, y nosotros tenemos la especialidad de hacerlas con figuras, para que sean más atractivas. Las tejemos personalmente en cada casa, sentados a la sombra, y nuestras hamacas tienen muy buena fama porque resisten cualquier peso…
–¿Llega mucho turismo a Ek Balam o llegan jipis como los que veo allá?
–Hace como 15 años dejó de llegar ese turismo al pueblo, porque se hizo una carretera que iba directamente a la zona arqueológica y, por desgracia, el camino no pasó por nuestro pueblo. Eso nos perjudicó muchísimo y muy considerablemente…
–Pero ahora ya tienen el parador turístico en Ek Balam, ya viene la gente…
–Sí, ya el turismo llega y les vendemos, pero apenas empieza; nosotros queremos lo del parador turístico, sí, sí, y también la rehabilitación de un campo de beisbol. Al nuestro le faltan gradas y baños. También requerimos la construcción de una escuela para niños y niñas con discapacidad.
–¿Discapacidad?
–Son niños que de nacimiento vienen así, supongo que puede ser por falta de alimentación de la mamá. En la solicitud pedimos la construcción de una calzada de acceso de la zona arqueológica al pueblo de Ek Balam de 700 metros para que compren nuestra artesanía. Está muy deteriorado ese acceso, y por eso los turistas nos ignoran.
–¿Por qué no le dieron mantenimiento a la calzada que ya tenían?
–Porque el camino nunca se ha pavimentado, es de terracería, y Ek Balam no está en la playa, adonde todos quieren ir. Ek-Balam está en la parte oriente de Yucatán, a 25 kilómetros de la ciudad de Valladolid, que a su vez queda a 10 kilómetros de Temozón, la cabecera municipal. Son pocos los habitantes, pero hay varios pueblos como Actuunko que necesitan ayuda. Actuunko es una palabra maya que significa cueva de puma
, pero no hay ningún puma. El pueblo de Santa Rita queda a 6 kilómetros de Ek Balam, y Humuku pertenece al municipio de Temozón, en el que viven más de 5 mil habitantes. Entre Actuunko, Ek Balam, Santa Rita y Humukú somos en promedio 7 mil habitantes.
–Claro que el gobierno va a ayudarlos –confío mientras me taladran los rayos de un sol inclemente–. Los ayudó AMLO y ahora va a ayudarlos Claudia…
–Soy Jerónimo Aguilar; soy el actual presidente municipal de Temozón. Ek Balam es una comisaría del municipio de Temozón. Él, mírelo bien, el es Daniel Alcocer Mena, trabaja en el municipio. Ella es Araceli Gómez, mi esposa. Nosotros tenemos cinco hijos, tres niñas y dos niños. La más grande es Andrea; luego viene Vanessa, y la más chica es esta niña, Nancy, y luego los otros dos niños, el mayor, Alan Daniel, y el más chico, José Aarón.
–Son muchos hijos.
–Es nuestro tesoro. En la cabecera municipal hay tres primarias y un bachillerato y no tenemos hospital, sólo un centro de salud. También quiero hacer una solicitud a la presidenta Claudia, para que nos apoyen con la ampliación del centro de salud, cuya cabecera es Temozón. En cuanto a escuelas, nos hace falta una universidad, no tenemos educación superior, todos los que terminan su bachillerato tienen que viajar a Valladolid, a 12 kilómetros, no muy lejos, pero implica un costo, por el pasaje, y más gasto para nosotros, que somos gente de escasos recursos y queremos salir adelante. Voy a estar preparando las solicitudes y a enviarlas a las dependencias correspondientes, y a ver si usted le dice a Claudia Sheinbaum que nos venga a ver muy pronto. Ella tiene que venir, dígaselo, no se le olvide, por eso es usted periodista, para que nada se le olvide. Mi objetivo es repavimentar calles en X-uch y hacer un parque en Dzalbay. En X-uch, los niños salen a los juegos del parque principal y el parador turístico de Ek Balam del Instituto Nacional de Antropología e Historia; nos dicen que es responsabilidad de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), la que urbaniza los pueblos.
–Tengo la mejor opinión de la Sedatu…
–Bueno, pero por favor dígales allá que queremos que regrese Román Meyer, porque ése es a todo dar y lo queremos a él…