Cuernavaca, Mor. La organización Existimos porque Resistimos instaló una ofrenda dedicada a las víctimas de feminicidio de Morelos, en la Casona de John Edward Spencer King, ubicada en el centro de Cuernavaca, y señaló a la impunidad como la principal causa para que los hombres sigan matando a las mujeres en el estado "con tanta saña".
Las integrantes de esta agrupación, junto con familiares, bordaron los nombres, las fechas, rostros y siluetas de 40 mujeres víctimas de este delito.
La cifra, aseguraron, es simbólica ya que cuando montaron este altar, el 28 de octubre, se habían contabilizado 103 feminicidios durante 2024.
“Hay 40 bordados pero éstos casos son meramente representativos" pues hay mas de un centenar en lo que va del año.
"Hacemos esto también para visibilizar este problema ante la sociedad, porque muchas veces la gente no tiene empatía con quienes lo sufren”, dijo Erika, miembro de la citada organización.
Con esta ofrenda para las víctimas del feminicidio, las mujeres demandaron al gobierno del estado que encabeza Margarita González Saravia que atienda de manera urgente el tema de la inseguridad pública y la violencia que azota el estado de Morelos.
-¿Por qué crees que la violencia cada año se agrava más en la entidad? Se le preguntó.
-“Yo opino que uno de los principales motivos es la falta de investigación por parte de las autoridades, de la fiscalía. El que no haya castigo, ni justicia, ni se esclarezca nada; esto provoca que los hombres se sienten protegidos, y siguen actuando con tanta saña y dolo contra las mujeres porque saben que no les va pasar nada”, consideró la activista.
En esta sede también se montó una ofrenda dedicada el escultor y pintor John Spencer King; otra a las y los reporteros asesinados en lo que va de este año en Morelos; una más a elementos de la Sedena que han muerto en cumplimiento de su deber; y una a la comunidad Lésbico-Gay, entre otras.
Colocan en Nezahualcóyotl ofrenda por mujeres asesinadas en el Valle de México
Una ofrenda con 34 fotografías de mujeres asesinadas en el valle de México fue colocado en el parque comunitario La Llanta, en honor a las víctimas de feminicidio.
Familiares e integrantes de colectivos feministas iniciaron el tributo hace siete años, por las niñas, las jóvenes y mujeres a quienes les arrebataron la vida por violencia de género.
La tradición inició en 2017 con ocho fotos; al paso del tiempo, la impunidad ha aumentado y en consecuencia también el número de imágenes de las víctimas a quienes hoy se les recuerda con motivo de las tradiciones a los Fieles Difuntos.
En este 2024, la comunidad que lucha por la erradicación de la violencia contra las mujeres, pues se denunció que la situación no ha mejorado en territorio mexiquense, donde prevalece la indolencia institucional.
Elsa Arista, del colectivo Nos Queremos Vivas Neza, aseguró que sólo logran la atención de las autoridades de procuración de justicia a través de la protesta; de otra manera, la problemática no es visibilizada. Ademas, continúa la impunidad en la mayoría de los casos feminicidio.
En la colocación de la ofrenda participaron doña Lidia Florencio y Laura Velázquez, madre y hermana de Diana Velázquez Florencio, cuyo caso se convirtió en un emblema de la impunidad; pero también de la lucha para que toda muerte violenta de una mujer, sea investigada con perspectiva de género, como lo indica la Ley Mariana Lima Buendía.
El retrato de Diana, quien tenía 24 años de edad, es un recuerdo de dolor luego de que su cuerpo fue hallado un dos de julio de 2017 en la comunidad de Santa María Nativitas, municipio de Chimalhuacán. En aquel entonces, las autoridades, reportaron el hallazgo de un cadáver masculino, así la Fiscalía General de Justicia (FGJEM) evitó investigar el homicidio con perspectiva de género.
También está la fotografía de Valeria, quien tenía once años cuando fue ultrajada y asesinada. Su cadáver fue hallado el nueve de junio de 2017, dentro de una unidad de la ruta 40 del transporte público de pasajeros en Nezahualcóyotl.
Los familiares y las activistas, instalaron la foto de Lesvy, de 22 años. A ella la encontraron el tres de mayo de 2017 en Ciudad Universitaria, al sur de la CDMX.
El cuerpo de Lesvy colgaba de un cable en una caseta telefónica. Las autoridades intentaron desviar la investigación; pero Araceli Osorio luchó en las calles y legalmente, hasta lograr que la carpeta se integró como delito de feminicidio.
Una de las fotos más emblemáticas es la de Mariana Lima Buendía, quien tenía 28 años cuando fue asesinada por su esposo, un comandante de la policía judicial. El hecho ocurrió en junio de 2010, cuando no estaba tipificado el feminicidio. El caso fue cerrado pues la FGJEM determinó que se trató de suicidio; pero Irinea Buendía no cedió en su lucha en la búsqueda de justicia.
La incansable mujer de la tercera edad, en 2015 logró lo imposible. La Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó reabrir el caso y se investigara con perspectiva de género; además, la Ley Mariana Lima Buendía sentó jurisprudencia.
Otros casos
La ofrenda fue adornada con papel picado, veladoras, y fotografías. Con flor de Cempasúchil, se formó la frase “ni una más”, consigna de este movimiento social.
En el altar del parque comunitario La Llanta, también se puso la foto de Arisbe de 41 años de edad, quien desapareció el siete julio de 2019 y días después hallaron su cuerpo en el municipio de La Paz.
En ese momento, la pareja de la víctima participó en una marcha para exigir su localización; posteriormente, éste confesó el feminicidio y reveló a las autoridades la ubicación donde abandonó el cadáver.
Las mujeres organizadas colocaron la fotografía de la niña Fátima, desaparecida el 11 de febrero de 2020 y cuyo cuerpo fue localizado con huellas de violencia cuatro días después en la Ciudad de México.
Otro retrato es el de Ana María Hernández, de 40 años de edad, quien era discapacitada y fue violentada sexualmente y luego sus agresores incendiaron su vivienda, en Chimalhuacán. El feminicidio fue perpetrado en 2022.
Continúa la impunidad
Al cumplirse siete años de honrar el recuerdo de las víctimas, Elsa Arista, aseguró que es visible la ausencia de la gobernadora Delfina Gómez Álvarez.
A más de un año al frente de la administración, no hay comunicación con los colectivos de lucha contra el feminicidio y por la erradicación de la violencia contra las mujeres.
“La gobernadora está cerrada”, sostuvo; la apertura de la FGJEM es para evitar manifestaciones y no porque se esté implementado una política pública, para frenar la violencia de género.
La misma postura tiene doña Lidia Florencio, quien además anunció que la tarde-noche de este sábado dos, protestarán frente la sede regional de la FGJEM, con una procesión por las mujeres víctimas de feminicidio, entre estas la de su hija Diana.