Hace tiempo que la tradición de los altares de muertos salió del reducto familiar para apoderarse de los recintos públicos con una riqueza e imaginación desbordantes.

Galería: Flores, altares y catrinas: Un viaje visual por el Día de Muertos

El Monumental Altar de Muertos de la Universidad del Claustro de Sor Juana (UCSJ) rinde homenaje a la actriz Dolores del Río (1904-1983), con motivo de los 120 años de su nacimiento y, en específico, su relación con Xochimilco, donde se filmó María Candelaria (1943), película que protagonizó junto con Pedro Armendáriz.

La cinta fue crucial para posicionar al pueblo de Xochimilco en el imaginario popular, tanto en México como en el extranjero. Fue reconocida con el Premio Grand Prix (ahora, Palma de Oro) en la primera edición del Festival Internacional de Cine de Cannes en 1946. Xochimilco fue declarado patrimonio cultural de la humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura en 1987.

El altar comprende representaciones que aluden a la película dirigida por Emilio El Indio Fernández. El montaje incluye una figura de María Candelaria de tres metros de alto, hecha en cartonería, y está sentada en una canoa de siete metros de largo. De fondo se escucha un paisaje sonoro de Xochimilco. Para el esqueleto monumental de la protagonista se empleó una base de una estructura de carrizo realizada por Iván Mondragón. Las flores del altar se hicieron una por una.

Una exposición fotográfica de 20 imágenes, alusiva a la vida de Dolores del Río y la filmación de María Candelaria, se exhibirá en Sotoco, que está en la entrada del auditorio Divino Narciso de la UCSJ, donde se encuentra el altar. A al par se realiza un bazar de productores de Xochimilco y de la comunidad del Centro Histórico. El altar se puede visitar desde ayer y hasta el 15 de noviembre en Izazaga 92, colonia Centro.

Rivera y Tepetlapa

Como parte de las celebraciones por su 60 aniversario, el Museo Diego Rivera Anahuacalli presenta una ofrenda que rinde homenaje al muralista y su legado artístico, cultural y de coleccionismo de piezas prehispánicas. Curada por Karla Niño de Rivera y el equipo del museo, el altar también incluye elementos relacionados con la cultura de la zona de San Pedro Tepetlapa, donde se ubica. La ofrenda coincide con el Festival Cacao Para Todos, que se efectúa desde ayer y permanecerá hasta el domingo 3 de noviembre.

Rivera es conocido por su amor por el arte popular mexicano y su vasto conocimiento de las tradiciones prehispánicas. Su colección de más de 50 mil piezas refleja su pasión por la historia de México y su deseo de preservar la memoria cultural del país. La zona de San Pablo Tepetlapa, en Coyoacán, ha sido testigo del crecimiento del museo y ha albergado a generaciones que han sido parte del desarrollo del Anahuacalli. La ofrenda se podrá visitar hasta el primero de diciembre en la calle Museo 150.

En el contexto de la celebración, el Museo Franz Mayer abrirá la exposición Lola Cueto: Papel y tijera, ya que a lo largo de su vida la artista se dedicó a coleccionar y documentar expresiones populares como las de Día de Muertos. La presente muestra se enfoca en la exploración artística de Cueto en torno al papel picado y a la preservación del arte popular. De allí que 18 papeles picados de su autoría dialogan con piezas de la Colección de Arte Popular del Centro de Estudios Ruth Lechuga y se presenta en las ventanas de exhibición del mismo.

Se expone también una selección de las acuarelas que pertenecen a la serie Figurillas para el altar de muertos, realizadas por Cueto en 1948 en pueblos de Oaxaca paralelo a la creación de títeres y juguetes populares.

Cueto (1897-1978), quien ingresó en la Academia de San Carlos a los 12 años, fue ampliamente conocida por su trabajo en teatro infantil, especialmente el dirigido a la alfabetización básica. Su carrera también incluyó tejidos, acuarelas, dibujos, arte gráfico y óleos, así como marionetas, títeres, decorados de teatro y juguetes tradicionales mexicanos.

El 3 de enero pasado se conmemoró el centenario del asesinato del político y revolucionario yucateco Felipe Carrillo Puerto, primer gobernador socialista de su estado. Incluso, el último año del sexenio de Andrés Manuel López Obrador se dedicó a su figura. Ahora, Carrillo Puerto es motivo de una ofrenda en el Museo Nacional de la Revolución, a propósito de la efeméride.

El aroma de la flor de cempasúchil y el incienso ya inundan la Ciudad de México.