Guadalajara, Jal. Productores maiceros de Jalisco volvieron a manifestarse este lunes, seis meses después de una primera movilización, para exigir a los gobiernos estatal y federal un precio mínimo de 6 mil 950 pesos por tonelada de maíz, bajo la advertencia de dejar de sembrar si no lo consiguen y “a ver qué comen”.
En una caravana a bordo de SUV’s y pickups, todos vehículos 4x4, la manifestación inició sobre la carretera a Nogales y se dirigió por avenida Vallarta hasta llegar a la sede de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) en avenida Hidalgo, a donde también arribaron varios tractores con banderas de México y logotipos de la organización Amigos por el campo, que se declara apartidista y sin fines de lucro.
“El campo son los pies que sostienen el mundo”, “El campo mexicano está agonizando” o “Los precios justos son una inversión en la seguridad alimentaria y la estabilidad económica”, formaron parte de las muchas leyendas plasmadas en mantas que primero portaban en sus vehículos y luego, ya en la Sader, mostraban en la explanada.
Varios de ellos hablaron y se quejaron de seguir sujetos al mercado de Chicago para establecer un precio internacional al del maíz en México, situación que pidieron modificar al nuevo gobierno federal, pero también afirmaron que el gobierno del estado puede participar y colaborar de emergencia si de verdad existiera disposición de apoyarlos.
“Menos de 6 mil 950 no vamos a vender el maíz, a ver si (mejor) nos ponemos a engordar puerquitos y gallinas. Lemus (Pablo, el gobernador electo) dijo que iba a ayudar al campo, que no se le olvide”, dijo uno de los productores.
Debieron pasar tres funcionarios al micrófono para que finalmente saliera a hablar la titular de Sader, Ana Lucía Camacho Sevilla, cuya presencia fue reclamada desde el inicio de la manifestación.
Les dijo que el gobierno del estado ha sido a nivel nacional “el que más recursos ha invertido para apoyar a sus productores”, pero ahora corresponde al gobierno federal hacer posible la petición con apoyos extraordinarios, similares a los que se otorgó a los maiceros en Sinaloa, principal productor del grano en el país.
“No hay ninguna necesidad nunca de que vengan así, a gritar, porque hemos sido cordiales y respetuosos con ustedes (...) Del gobierno federal, desde que arrancamos esta administración, no hemos tenido un solo peso”, reclamó Camacho Sevilla.
Luego, agregó: “El presupuesto de esta administración estatal está cerrado, no tenemos presupuesto”.
Los productores no quedaron contentos, acusaron que tras cinco meses de buscar la mejora en el precio sigue sin haber solución. “Necesitamos asegurar un precio, de lo demás nos encargamos nosotros”, dijeron ante la funcionaria.
También dijeron que si no hay acciones urgentes, el movimiento “se radicalizará” y que todos están, ante el desolado panorama que dicen vivir, en “condición de hacer lo que tengamos que hacer”.
Para justificar su demanda de 6 mil 950 por tonelada, recordaron que han aumentado los costos de producción, de combustible, maquinaria y refacciones, lo que hace que por hectárea en promedio se tengan que invertir 50 mil pesos con un déficit de hasta 15 mil pesos, luego que el precio actual al que les pagan la tonelada apenas supera los 5 mil pesos.