Ciudad de México. En América Latina y el Caribe, los impuestos al tabaco aportan en promedio 0.50 por ciento de la recaudación total, lo que representa aproximadamente un tercio del promedio de los costos médicos anuales atribuibles al tabaquismo, determinó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Según los hallazgos del informe La Tributación del Tabaco en América Latina y el Caribe (ALC), realizado por el organismo, la recaudación de los impuestos indirectos al tabaco en la región representa entre 0.01 por ciento (en Barbados) y el 2.58 por ciento (en Chile) de la recaudación tributaria total.
“Los costos sociales y económicos del consumo de tabaco en los países de ALC superan significativamente los ingresos recaudados de los impuestos al tabaco”, señaló la OCDE.
El documento muestra que si bien los países de la región han alineado gradualmente, aunque parcialmente, su política fiscal sobre el tabaco con las mejores prácticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el progreso en la reforma del impuesto especial sobre el tabaco se ha estancado desde 2012 y aún queda un margen significativo para mejorar.
La recaudación promedio del impuesto selectivo al consumo de tabaco por cajetilla de cigarrillos vendida legalmente aumentó de 1.2 a 2.0 dólares, expresados en paridad de poder adquisitivo, entre 2008 y 2016.
“Sin embargo, esta recaudación promedio por cajetilla de cigarrillos aumentó sólo ligeramente desde 2017, reflejando la ausencia de reformas ambiciosas de los impuestos selectivos al tabaco en los últimos años”, destacó la OCDE.
Confió en que un aumento de los impuestos al tabaco tenderá a generar una mayor recaudación en el corto plazo, aun cuando se reduzca el consumo de tabaco y en que la reducción de los costos sanitarios, económicos y sociales atribuibles al tabaquismo será mayor y tendrá un impacto neto positivo para el presupuesto público.
La OCDE no olvidó la preocupación porque el aumento de los impuestos al tabaco potencie el comercio ilícito, pero sostuvo que no debería ser un impedimento de cara a reformar.
“Esta preocupación exige más bien que se adopten medidas adicionales para combatir el comercio ilícito”, señaló.
La OCDE comentó que una reforma a los impuestos al tabaco en los países de ALC, debiera indexarlos a la inflación y al crecimiento de los ingresos reales para reducir la asequibilidad de los productos de tabaco.
A su vez, sugirió aplicar el Artículo 5.3 del Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco (CMCT) de la OMS, para que no se concedan subsidios directos o indirectos (tributarios o no tributarios) a empresas tabacaleras para prevenir que estos subsidios debiliten la eficacia de las políticas de impuestos al tabaco.
La OCDE expuso que el informe llama al fortalecimiento del diálogo gubernamental a nivel nacional y regional, para que se avance en la reforma de los impuestos al tabaco.
“Los ministerios de finanzas y de salud deben reforzar su cooperación con el fin de garantizar que las políticas de impuestos al tabaco sean efectivas en cuanto a su capacidad de reducir significativamente el consumo de tabaco”, aseguró.
Es posible que otras instancias gubernamentales tengan que participar en ese diálogo, entre ellas las autoridades tributarias y aduaneras, dado su importante papel en la aplicación de los impuestos selectivos al consumo de tabaco.