Ciudad de México. Juan Manuel Vázquez. Un buen resultado salvaría la temporada de huracanes que ha significado este año para el mexicano Sergio Pérez. “Eso definitivamente cambiaría mi temporada, que ha sido terrible”, reconoció.
“En la Fórmula Uno piensas que haces las cosas en la dirección correcta y los resultados no llegan”.
“Tiene el coche en marcha, todo está funcionando, estás lejos de las personas que pueden corregir eventualidades y de pronto tienes muchos problemas. Pero es lo mismo para todos y sé muy bien cómo funciona este deporte”, agregó Checo previo al Gran Premio de la Ciudad de México.
Checo insistió en el accidente que sufrió en el Autódromo Hermanos Rodríguez el año pasado cuando apenas iniciaba la carrera y se estrelló en la primera curva. Un contacto con el vehículo de Charles Leclerc terminó con el sueño del mexicano de ganar una carrera en su país.
“Tomé un riesgo y no me salió, yo quise ir por el triunfo. Quizá no debí salir a pelear la victoria y sólo debí buscar subir al podio, pero yo quería dar todo y en la Fórmula Uno no hay retorno cuando te lanzas por todo ”, dijo Pérez en una rueda de prensa el jueves. “Pero no tengo nada de que arrepentirme, a veces las cosas funcionan, a veces, no”.
Pérez dijo que esta vez volverá a poner todo sobre la mesa, pero cualquiera que sea el resultado, se irá feliz a casa.
El mexicano apuesta sobre todo al reto que significa el trazado del Autódromo Hermanos Rodríguez, cuyo trazado y la altura de la Ciudad de México lo convierten en una prueba tanto al volante como para los ingenieros de cada equipo.
En casi todos los deportes colocan un pie de página cuando aluden a la altura de la Ciudad de México y la Fórmula Uno también debe adecuar su competencia a estas condiciones. A 2 mil 240 metros sobre el nivel del mar, la densidad del aire es 25 por ciento menor y por lo tanto ofrece menos resistencia.
Esto representa un reto técnico para los ingenieros que deben adecuar los monoplazas para tener un buen desempeño y hacerlos confiables, dijo al respecto Ruth Buscombe, quien ha sido ingeniera de Ferrari, Haas y Sauber.
A esto añaden que el Autódromo Hermanos Rodríguez tiene una de las rectas más largas de la Fórmula Uno que permite alcanzar velocidades de hasta 350 kilómetros por hora.
En ese tramo se enfrentan a la primera curva “la zona de rebases más destacada” en la carrera y justo en la que Checo Pérez sufrió el percance en 2023 que lo dejó fuera cuando sólo había recorrido 800 metros en 18 segundos.