Por 408 votos en favor y 65 en contra del PAN, la Cámara de Diputados aprobó esta madrugada la reforma a los artículos 4o y 27 constitucionales, mediante la cual bajará de 68 a 65 años la edad para que los adultos mayores reciban una pensión, y también para hacer obligatorios el programa Sembrando Vida y el pago de una pensión por discapacidad a personas de hasta 65 años.
Si bien todos los grupos parlamentarios habían anunciado que votarían en favor de la iniciativa –donde se incluye la continuidad de los precios de garantía en diversos alimentos básicos, así como otorgar apoyos a agricultores y pescadores en pequeña escala--, el debate se extendió por más de 11 horas.
“Son hijos del PRI”
Pasadas las 10 de la noche, cuando el debate ya se había estancado y los legisladores del PAN y MC optaron por no presentar sus reservas, los priístas subieron a tribuna para reivindicar como suya la paternidad de los programas sociales de ayuda a sectores vulnerables.
Uno tras otro –y en muchas ocasiones en grupo--, los diputados del tricolor se declararon como “padres” de dichos esquemas. La afirmación caló en las filas de Morena, que gritaban consignas desde sus curules. Divertidos, los priístas les devolvieron, para reforzar el origen histórico de muchos morenistas: “¡hijos del PRI, hijos del PRI””
Carlos Eduardo Gutiérrez Mancilla inició: “Los programas sociales no son mostrencos, compañeros, tienen padre ¡y su padre es el PRI! No se crean los que le dicen en sus doctrinas, que ustedes lo inventaron, ya existían y lo hicimos los gobiernos del PRI. Ustedes han fracasado en eso y lo único que han hecho es copiarnos lo que nosotros ya habíamos inventado”.
Su compañero de bancada, Arturo Yáñez Cuéllar reiteró el argumento: “Han querido colgarse una medalla que nos les corresponde. Deben reconocer que quien creó los programas sociales, y se los vamos a decir claro, es el PRI, y que la única ‘universidad política’ del país se llama PRI. Muchos de ustedes han sido graduados de esta ‘universidad’.
“Es su alma mater el PRI y eso lo deben de reconocer. Vamos a votar a favor de algo que nos corresponde a nosotros de origen y que ustedes se quieren adjudicar. Se los vamos a decir una y otra vez: ¡el PRI es su padre!”
Otra vez desde la tribuna, los priístas endilgaron a las filas de Morena: “¡Hijos del PRI, hijos del PRI!”
El coordinador de la bancada priísta, Rubén Moreira, manifestó su preocupación por la manera en que se fondearían los programas sociales, pues aseguró que estudios oficiales de la Secretaría de Hacienda alertan que no hay recursos suficientes.
Para remediar esa situación, retó a gritos a la mayoría a “tener pantalones” y aprobar la eliminación del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) –ahora IPAB-, para dejar de destinar casi 800 mil millones de pesos al año al servicio de esa deuda.
En respuesta, y en la última intervención de la noche, en la desmemoria histórica, la petista Karina Barreras acusó de “cínicos” a los priístas e ironizó que, si ahora se dicen padres de los programas sociales, después van a afirmar que “Carlos Salinas inventó la Biblia”. De las filas priístas recordaron que fue Salinas quien “inventó al PT”.
En lo general, el dictamen se votó por unanimidad. Al final, el panismo votó en contra por el discurso de la diputada Karina Barreras (PT) encendió las filas blanquiazules cuando sostuvo que el PRI “sí inventó la corrupción y los secundó el PAN. ¡En eso salieron igualitos!”
El panismo alegó que la mayoría rechazó imponer candados para que los programas sociales no se utilizaran con fines electorales. Desde la otra ala del salón recibió un abucheo. “Y ante esos berridos y alaridos, no hay condiciones para votar en favor por la falta de transparencia en el manejo de los recursos”, dijo Federico Döring.
Vivienda adecuada
Al discutirse el dictamen en lo particular, la petista Lilia Aguilar presentó una reserva –de un total de 229 presentadas—mediante la cual introdujo un tema de vivienda que no estaba siendo discutido en la sesión: establecer en el artículo 4 constitucional que “toda persona tiene derecho a disfrutar de una vivienda adecuada”.
De esta forma, se cambió la redacción anterior de dicho apartado, que mencionaba que “toda familia tiene derecho a disfrutar de vivienda digna y decorosa”. La modificación, explicó, obedece a que el término “familia” puede “suponer actitudes preconcebidas en cuanto al papel de los sexos” y suele relacionarse a la unión de una mujer y un hombre, y a que las palabras “digna y decorosa” pueden resultar de interpretación ambigua y hasta “clasista”.
En el debate sobre la reforma de bienestar (entre cuyos puntos también figura la obligación del Estado de entregar un jornal “seguro, justo y permanente” a campesinos que siembren árboles frutales, maderables y especies procesadas), los legisladores de Morena y sus aliados destacaron la mejora en la calidad de vida tanto de las personas adultas mayores como las que viven con alguna discapacidad, gracias a la entrega de pensiones y apoyos sociales.
Tan solo en 2024, destacaron, hubo una “inversión social” de 465 mil millones de pesos en apoyos para adultos mayores y de 27 mil millones para personas con discapacidad, mientras que en el “periodo neoliberal” los programas sociales sólo eran “paliativos para unos cuantos”.
Aunque la oposición se sumó a la iniciativa, también advirtió que en la entrega de apoyos y pensiones ha tenido un enfoque “clientelar”, y ha registrado supuestos casos de ineficiencia y corrupción.
Un ejemplo de lo anterior, señalaron los diputados opositores, es que la Auditoría Superior de la Federación detectó presuntas irregularidades por 32 mil millones de pesos en la entrega de pensiones para adultos mayores, tanto sólo en la Cuenta Pública 2022.
Además de lo anterior, dijeron, ha habido “graves problemas de implementación” en el programa Sembrando Vida, pues de acuerdo con estudios oficiales, 19 por ciento de los recursos de dicho esquema no logran identificar a su población objetivo.