Ciudad de México. Fue un año difícil para Sergio Pérez. El piloto mexicano de Red Bull empezó una temporada de ensueño y de pronto todo se trastocó, comentó durante la conferencia de prensa en Plaza Carso previa al Gran Premio de México.
“Tuve el mejor inicio de temporada con podios en cuatro de las primeras cinco carreras”, relató Checo.
“Todo parecía mejorar, cuando llegaron las adaptaciones del auto y todo empezó a complicarse”, agregó.
El piloto Sergio Pérez presentó además el casco con el cual competirá en el GP de la Ciudad de México, el 23 de octubre de 2024. Foto Víctor Camacho
Después del Gran Premio de China en abril, la temporada de Checo se volvió un reto de cada fin de semana con carreras en las que los resultados estaban lejos de lo que esperaba al inicio del serial.
“Todo se complicó con un auto al que no le tenía confianza y cada fin de semana había que enfrentar un problema diferente”.
Una serie de deficiencias que el mexicano veía con claridad, pero que corregirlas resultó más difícil de lo que esperaban en el equipo.
Mientras tanto McLaren y Ferrari entraron en la competencia con más ferocidad, lo cual hizo aún más difícil la posición de Checo.
“Quedan cinco carreras en la temporada y hay que tratar de volver a ser más competitivo como lo era antes”, advirtió.
Si el año pasado Checo quedó fuera de la carrera en la primera curva del Autódromo Hermanos Rodríguez, esta vez confía que el Gran Premio de la Ciudad de México es una oportunidad para darle nuevo aliento al cierre de la temporada, en un circuito que puede ser como una tirada de dados.
“Aquí todo puede pasar. Este es un Gran Premio diferente a lo que vivimos a lo largo de la temporada“, finalizó.
Después de la conferencia, Checo y su compañero de Red Bull, Max Verstappen, participaron en un partido amistoso en el que jugaron futbolistas, retirados y en activo, así como algunos luchadores. Los pilotos tuvieron el rol de técnicos en este duelo recreativo en el que se pateaba el balón lo mismo que se gastaban bromas.