Ciudad de México. Organizaciones religiosas y defensoras de los derechos humanos, así como partidos políticos de oposición y sindicatos, condenaron el asesinato del padre Marcelo Pérez, quien, aseguraron, fue un ejemplo vivo del compromiso sacerdotal con los más necesitados y vulnerables de la sociedad. Se distinguió por su cercanía con el pueblo y apoyo a quienes más lo necesitaban, afirmó la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
La Compañía de Jesús lo recordó como un símbolo de resistencia y acompañamiento para las comunidades de Chiapas en la defensa de su dignidad, los derechos de los pueblos y la construcción de una paz verdadera. Durante décadas, su compromiso con la justicia y la solidaridad lo convirtió en un referente para quienes anhelan un futuro sin violencia ni opresión, señaló el organismo.
Después del crimen cometido ayer en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, Jesús Peña, representante adjunto en México de la Oficina en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), calificó de “absolutamente inaceptable” el asesinato de Marcelo Pérez, cuya labor por los pueblos indígenas era ampliamente reconocida en Chiapas y a escala internacional.
Señaló que a pesar de contar con medidas de protección y de las constantes denuncias sobre las agresiones que enfrentaba, esos esfuerzos resultaron insuficientes. Peña destacó que desde 2018, la ONU-DH ha documentado al menos 134 asesinatos de defensores de derechos humanos con posibles nexos con su labor. En este año han sido siete, por lo menos.
Otros organismos, como el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, también exigieron a las autoridades que realicen una investigación exhaustiva, mientras la jerarquía de la Iglesia católica demandó la aplicación de medidas efectivas para garantizar la seguridad de los sacerdotes y agentes pastorales.
En tanto, el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, consideró que el sacerdote fue “víctima de la violencia desmedida que enfrenta nuestro país”. El dirigente del PAN, Marko Cortés, expresó la solidaridad de este partido con la comunidad religiosa y pidió “una estrategia integral contra la violencia sin control en la nación”.
El párroco Marcelo Pérez Pérez estuvo siempre al lado de los desprotegidos y en defensa de las causas sociales, agregó el Comité Ejecutivo de la sección VII de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.
Con información de la Redacción